NARRADOR
Los esposos no quedaron satisfechos porque tuvieron que hacer el amor con rapidez debido a su reunión; sin embargo, solamente esperaban que estuviesen completamente solos para terminar lo que empezaron. Se vistieron con ropa casual para bajar hasta la sala donde todos los esperaban. Antes de bajar la escalera, ambos se quedaron mirándose y una amplia sonrisa de los dos fue suficiente para volver a besarse con pasión. Se abrazaron y Él exclamó con voz ronca
—Te extrañaba tanto, te amo tanto
Ella, en cambio, acotó dulcemente
—Deseaba tanto regresar contigo, mi amor, sentir tu aroma, tus brazos, tus caricias, aunqueeee, ehm, me quedé con las ganas
Se rieron de su ocurrencia, a lo que el comandante habló
—Ya tendremos tiempo de hacerlo bien, como nos gusta. Estoy tan deseosos de que me sometas mi amor, que me amarres, que me hagas todo lo que quieras
Ella agarró su rostro para besarlo con lujuria y pasión y decir
—Te haré mío como yo quiera, te amo
De la parte de abajo se escuchó la voz recia del general Mike Núñez
—Oigan, dejen de estar manoseándose ya, acá la están esperando a mi hija
Los esposos alegres bajaron la escalera tomados de las manos, al llegar al final de estas dos sombras pequeñas se acercaron corriendo para abrazar a su madre y sus gritos de alegría resonaron ahí
—Mamiii, ya llegaste
—Mami, quería verte, te quiero
Sus abrazos con fuerza apretaban las piernas de Fanny y ella los acariciaba en sus cabecitas, diciendo toda amorosa
—Mis niños, mis amores, mami, ya llegó y no se va a ir nunca más
Se arrodilló para abrazarlos totalmente y recibir besos en sus mejillas, Albert también se arrodilló para abrazar a su familia, por fin estaban juntos de nuevo, los demás admiraban esa bella escena de amor, los dejaron por varios minutos para que los niños se sientan contentos de ver nuevamente a su amada madre. En cuanto se separaron, los niños parecían loritos conversando sus aventuras mientras su madre los escuchaba atentamente. Fueron hasta la sala para sentarse y ellos no la soltaban por nada. Solamente el padre pudo sentarse junto a ellos mientras sonreía viendo a sus hijos felices
Nadie decía absolutamente nada, simplemente estaban de espectadores del recibimiento de unos niños a su madre. Sus boquitas se movían rápidamente, enseñaban sus medallas, contaban sus logros en la escuela, todo esto escuchado por su madre que sonreía de felicidad al poder verlos de nuevo. Ya había pasado varios minutos cuando su abuelo hablo
—Bueno, ya es hora de irse a la cama (miro a todos lados para indagar). ¿Y Erick?
Albert se acercó a su suegro para informarle lo que había sucedido antes, entonces el general replicó airado
—¿Qué hizo qué? ¿acaso se volvió loco? Le pudo haber pasado algo
Voces de mujeres llenaron la estancia; eran las madres de los esposos que, al ver a Fanny se inmiscuyeron en la plática de sus nietos
—Bienvenida, nuera querida
—Hija, por Dios, ya estás aquí
Los niños como gacelas corrieron a abrazar a sus abuelitas mientras gritaban todo alegres
—Abuelita, mira, mi mami, ya se va a quedar para siempre
—Abuelita, mi mami, otra vez nos va a llevar a escuela o a pasear

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SIEMPRE MI SUMISO
Romance2da Parte de MI ESPOSO MI SUMISO. Ella infiltrada en las filas de un narco para engañarlo y lograr su captura, su esposo la espera con ansias y deseos de volver a ser sometido por ella, a pesar de ser un hombre dominante con las mujeres, solo su esp...