CAPITULO 47

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NARRA ERICK

Mi Dios, estoy aterrado, alcancé a oír su conversación con el suegro, tengo miedo no solamente por Albert, sino por ella, por su esposa, porque si le llegara a suceder algo y la perdiera, se volvería loco de dolor. Me enfrasqué en ayudar a los niños para que terminaran su tarea y se despidieran de su padre para ir a dormir, porque yo quería hablar con Él a solas. El tiempo más parecía que se había detenido, los minutos los sentía tan largos que ya me estaba desesperando. Los niños ya estaban listos para irse a la cama, sin embargo, Albert no estaba en su habitación

Bajé con los niños y al llegar al final de la escalera atisbé para todos lados y no lo vi, caminé hasta la sala y tampoco estaba, alcancé a escuchar su voz que provenía del despacho, tomé a los niños de sus manitas para llevárselos. Estaba por entrar cuando lo vi sonreír mientras escribía por el celular y me imaginé que era con su esposa, esperé a que terminara, entonces ingresé con los niños que corrieron a abrazarlo y besarle las mejillas mientras hablaban

—Papi, ya nos vamos a dormir, hasta mañana

—Papi, quería quedarme contigo un ratito más, por favor

Antes de que Él respondiera yo me adelante diciendo con ternura

—Mis niños bellos, deben irse a dormir, papi todavía debe trabajar, se encuentra muy ocupado. Además, mañana tienen el concurso de oratoria y ya saben que deben ser los primeros

Ambos niños gritaron con emoción

—Síiii, por mi papi y mi mami

Los estaba sacando ya del despacho, cuando preguntaron curiosos

—Papi, ¿cuándo regresa mi mami? Ya la extrañamos mucho

Albert me miró fijamente a los ojos, suspiró largo y tendido para responder

—Muy pronto, puede ser que, en este mes, ya regrese junto a nosotros

El grito estridente de los niños fue mundial, sus risas de alegría eran intensas

—Ya viene mi mami, vivaaa

—Mi mami, la extraño, quiero besarla, abrazarla, uiiiiiiip

Así, con esa intensa algarabía me los llevé a su habitación, no sin antes brindarle una sonrisa a Albert, que también se quedó ahí dentro sonriendo. Les leí un cuento para que durmieran, al terminar se despidieron de mí y se acomodaron en sus camitas abrazando sus almohadas, cerré la puerta de su habitación con mucho sigilo y me preparé para bajar y hablar con Albert

Mis nervios estaban a flor de piel, bajaba la escalera muy despacio, de escalón en escalón, suspiraba muy hondo, camine hasta su despacho, la puerta seguía abierta y se escuchaba movimientos leves ahí dentro, al atisbar por la puerta noté que guardaba algunos documentos, esperé con paciencia hasta que cerró un cajón y se dio vuelta, al verme me exclamó

—Erick, ven, entra, cierra la puerta, quiero saber de qué quieres hablarme

Sin siquiera pensarlo detenidamente, solté la noticia bomba

—Albert, quiero acompañarte en la misión que vas a ir

La sonrisa que tenía en su rostro se esfumó de inmediato, su semblante cambio a la de sorpresa y casi gritó

—¿Qué? ¿cómo? Pero

No lo deje continuar porque seguí hablando

—Espera amor, es que... te escuché lo que hablabas con tu suegro y... quiero estar ahí contigo, quiero... ayudarte, no solamente a ti, sino a tu esposa

Verlo que comenzó a caminar de un lado a otro, aumentó mis nervios, pues, conociéndolo, iba a negarse, y hablé con seguridad

—No voy a aceptar negativas de tu parte, mi amor, te amo y... (grité como nunca) ¡Tengo miedo de que te suceda algo malo! Quiero estar ahí para ayudar, no quiero que a tu esposa tampoco le suceda nada, te conozco, porque si le pasa algo a ella, tú... tú, preferirías morir y yo, yo no quiero verte sufrir

Se acercó a mí para abrazarme con mucha fuerza, sentí su temblor del cuerpo, hasta que lo escuché sollozar bajito, cuando se decidió a decir

—Mi amor, no sabes a lo que te enfrentas, nunca has estado en una misión, solamente harías que me preocupara por ti, (me soltó para mirarme a los ojos) Por Dios, allá puede tornarse en una balacera interminable y... quizá te sentirías agobiado, con miedo, además de que no quiero perderte. Por favor, Erick, recapacita, además que... sabes que no solamente yo te amo, mis hijos te aman, mi esposa te quiere

Tenía razón, sin embargo, no era lo mismo, sentía que algo pasaría, algo malo, ese narco es muy peligroso, Francis me dijo que ese hombre odiaba a Albert, que quería matarlo. Presentía cosas horribles, ya lo había visto herido y no quisiera que muriera, esta misión es muy peligrosa, van a ir con todo. Otra vez me abrazó para decir

—No, absolutamente me niego a que vayas conmigo, aquí en casa estás seguro, yo estaría mucho más tranquilo sabiendo que te encuentras aquí, a salvo

No me dejo ya decir nada porque me besó con ansias, con deseo, sus manos acariciaban mi cabello y yo me deje llevar. Amo a Albert, no es solo deseo, lo amo y sus caricias despertaron mi deseo por Él, no nos importó el sitio donde estábamos, nos amamos con locura, con lujuria, nuestros gemidos eran muy sonoros, sentía cómo me penetraba gimiendo de satisfacción y yo recibiéndolo con deseo, sintiendo su hombría disfrutando de mi cuerpo

Al terminar nos quedamos abrazados en la alfombra del despacho, Albert acariciaba mi cabello mientras hablaba jadeante

—Cariño, prefiero saber que siempre estarás aquí para mí

Preferí mejor ya no insistir, simplemente disfruté del toque de su cuerpo junto al mío, nos quedamos algunos minutos allí, hasta que Él mencionó

—Creo que es mejor que subamos para asearnos, Erick, duerme conmigo, por favor, quiero amanecer contigo a mi lado

Solo le contesté alegre

—Claro que sí, mi amor, justamente pensaba pedirte eso

Me viró para besarme, lo hicimos por largo tiempo, hasta que nos vestimos para subir, mientras Albert entraba a su habitación, yo fui al mío para buscar mi pijama para llevarlo y ducharme con Él para luego dormir en su lecho, algo que yo adoraba. Me abrazó de cucharita y Morfeo nos noqueó.

Sin embargo, soñé algo terrible y desperté, viré mi cabeza para mirarlo, tenía los ojos cerrados y un leve ronquido se escuchaba, me levanté con mucho cuidado de no despertarlo, baje a su despacho y tomé la laptop para revisar y encontré el sitio y la hora, lo memoricé y regrese a la cama, tomando una decisión definitiva, iría a la misión, sin que Él lo sepa

Erick va a ir a la misión a escondidas, ¿tendrá éxito? ¿habrá tomado una buena decisión? O sucederá algo que nadie lo espera

SIEMPRE MI SUMISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora