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¿Los elfos no saben cerrar la boca?
- Lalisa – llamó Jennie cogiéndole el paso y caminando a su lado nuevamente. Debía apresurarse, faltaba poco para llegar a la habitación donde se instalaría la chica durante su estadía-. Discúlpanos de nuevo, solo teníamos curiosidad. Te repito que es la primera vez que vemos a una humana y solo quere-
- Escucha – Lisa se detuvo otra vez, justo frente a la puerta de madera pesada de la que sería su habitación-. No me importa qué tanta curiosidad sienten todos ustedes por mí y por mi especie, para mí esto no es algo divertido o una experiencia de película, ¿entiendes?
La humana vio a Jisoo para dejar en claro que también se dirigía hacia ella.
- Tengo un hogar, tengo dos padres que deben estar preocupados por no encontrarme y una hermanita que no duerme a menos que le desee las buenas noches. Mi vida y todas las personas que amo están en otro lugar y ni siquiera tengo idea de qué tan lejos estén – sus ojos comenzaron a cristalizarse y el nudo en su garganta la hizo suspirar profundamente-. Estoy preocupada y molesta, mientras que tú y tu amiga piensan que es una especie de juego sobre adivinar quién sabe más de mi raza.
Jennie abrió ligeramente para decir algo, pero no logró hacer que las palabras fruyeran. Lalisa acababa de golpearla justo en toda su ignorancia y su poco empática actitud.
- Ahora, si me disculpas, voy a intentar dormir rogando al cielo que al despertar todo esto haya sido una maldita y horrible pesadilla.
La chica dio la vuelta, abriendo con un poco de dificultad la pesada puerta de madera y cerrándola sin siquiera volver la mirada nuevamente hacia ninguna de las elfas. Jennie tragó en seco, escuchando cómo se acercaban los guardias que cuidarían la habitación de la humana.
- ¿Qué es una peluquila? - Preguntó Jisoo en voz alta.
- Somos muy estúpidas – Jennie suspiró.
- ¿Somos? – Jisoo alzó una ceja recibiendo un gruñido en respuesta-. Vale, vale, en esta ocasión te lo concedo. Hemos actuado de forma reprochable.
Dieron una última mirada a la puerta antes de que los dos guardias se posaran a cada lado de ella, ambos saludando a las dos miembros de la realeza con una inclinación. Decidieron alejarse para no causar más incomodidades, pero Jennie sabía que no debía dejar las cosas de esa forma con la humana, algo dentro de ella no se lo permitía.
Y mientras ambas elfas parte de la realeza se alejaban, la jovencita humana dentro de la habitación finalmente había comenzado a llorar con la libertad que no se le hubo concedido hasta ahora. ¿Y es que cómo no llorar? Lejos de casa, sin su familia, perdida en un mundo que prácticamente era salido de un cuento de hadas. Tierras lejanas donde a duras penas podía comunicarse gracias a un encantamiento.
¿Así se sentía los protagonistas en las películas y libros? No, para nada. De alguna forma ellos siempre asimilaban su realidad rápidamente y comenzaban la épica aventura sin dilación. Claro que esos eran personajes, ella era una persona real (ajá), que sentía. Ni siquiera estaba al tanto de temas sobre mitología o criaturas mágicas. Sabía que los elfos eran hermosos y tenía orejas puntiagudas solo porque había visto algunas películas, más allá sus conocimientos eran nulos.
Bueno, al menos aquello de que eran hermosos no era una completa mentira. Porque no iba a negarlo, desde la reina Min-Hee hasta esa chica llamada Jisoo, todas las mujeres que había conocido hasta ese momento tenían una belleza arrebatadoramente sobrehumana. Sobre todo, ella... ¿Cómo se llamaba? Jennie; la molesta elfa que no sabía cerrar la boca.
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Faraway Land || Jenlisa
FanfictionTras mudarse a un nuevo país, Lisa creyó que su vida no seguiría pasando por cambios drásticos. Por ello, no esperaba ser arrastrada a un nuevo mundo; allí las hadas, sirenas y elfos caminar por la tierra sin preocupaciones. Lisa, como la única huma...