Hombres fuertes, de acción, serán hoy (Parte I)

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Hombres fuertes, de acción, serán hoy

Parte I

Jennie permaneció de pie en la cubierta del barco, observando el horizonte mientras los primeros destellos del amanecer se filtraban entre las esponjosas nubes. El roce violeta del sol naciente le recordó a los momentos en que, de pequeña, su madre la llevaba a los balcones del castillo para presenciar juntas la llegada de un nuevo día.

Solía ser luego de toda una madrugada de entrenamiento junto a su otra madre, Tae-Ri, cuando sus músculos se sentían entumecidos y su aliento se escapaba por el cansancio. Min-hee entraba a su habitación y le pedía de forma silenciosa acompañarla en una amena y silenciosa caminata hasta los balcones que daban vista hacia las espectaculares cascadas Ljósàlfar.

- Bathien na- an edhelen virtue, nin hén.

Recordaba sus palabras con claridad. Para Jennie había sido lo más difícil en aprender, más que cualquier doctrina armada o arte de guerra. La paciencia no era algo que le caracterizara, sin embargo, su madre se había encargado de enseñarle que un monarca sin paciencia solo era un peón de la violencia.

Negó para sí misma, sintiendo que la paciencia que tantos años le había costado forjar parecía irse cada que Lisa estaba en peligro. Si la reina le viera, probablemente no estaría agradada, quizás incluso recibiría un regaño... A ella le gustaría recibir ese regaño. Jennie no pudo evitar preguntarse si su madre estaba a salvo, estaba casi segura de que ningún batallón orquiano podría llegar a amedrentar ni a una cuarta parte de los soldados élficos, pero si sus sospechas eran ciertas y los orcos finalmente habían comenzado a hacer alianzas, solo había una raza dispuesta a colaborar contra los Ljósàlfar.

Suspiró, una mezcla de determinación y preocupación dibujada en su rostro. Aunque estaba comprometida con su misión y el destino de la humana bajo su cuidado su corazón no podía evitar pensar en la familia que había dejado atrás.

- Jennie – la voz de Jisoo le interrumpió y alzó la mirada para ver a la arquera dejar el seguro en el timón y volverse hacia ella, que había pasado gran parte de la madrugada sentada en las escaleras de la toldilla-. ¿Deberíamos despertarlas?

Jennie se estiró mientras dejaba escapar un suspiro, sintiendo la ligera frescura del amanecer acariciar su rostro. Recordó la solicitud de Lisa y asintió hacia la elfa.

- Yo lo hago – aseguró.

- Me encargaré de la ninfa.

- Chaeryeong – corrigió, recordando cómo Lisa lo había hecho con ella la noche anterior.

Jisoo le vio y rodó los ojos ligeramente, asintiendo para alejarse hacia la cubierta.

Por su parte, Jennie se alejó en dirección a la cubierta baja, recordaba muy bien que los primeros camarotes estaban justo al entrar, a la derecha, mucho antes del almacén de comida y alcohol. Esperaba encontrar tanto a la sirena como a la humana allí dormidas, sin embargo, no había contemplado la idea de encontrarlas dormidas de esa manera.

Lisa y Rosé yacían juntas en un futón, compartiendo un sueño que claramente merecían, pero Jennie poco pudo enfocarse en eso, su mirada y pensamientos iban fijos a la frente de Lisa, que estaba tranquilamente apoyada en la espalda de Rosé, creando una imagen que, aunque inocente, despertó un sentimiento incómodo en el pecho de la elfa.

¿Qué había hecho la sirena para ganarse tal confianza?

Frunció el entrecejo mucho más al notar que gran parte de las mantas que la cubrían las tenía Rosé bien sujetas y Lisa apenas podía cubrirse completa, incluso parte de su pierna quedaba expuesta a la pesada frialdad del barco. Supuso que así había sido toda la noche y también imaginó que precisamente esa era la razón para que Lisa estuviera tan apegada a Rosé; el frío había estado calando en ella.

Faraway Land || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora