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Calma tras la tormenta
Poco a poco, la humana comenzó a ser consciente de la textura de las sábanas contra su cuerpo. Sus dedos, aún entre el sueño, se apretaron ligeramente contra los hilos mientras comenzaba a volver de su letargo.
Podía escuchar una respiración, demasiado cerca de ella como para agradarle y el aire de las exhalaciones fue lo que comenzó a molestarle contra las pestañas al punto en el que finalmente abrió los ojos.
Sintió, en menos tiempo de lo que le tomó alzar los parpados, la pesadez de su cuerpo y el mareo abrumador. De manera inmediata volvió a cerrar los ojos, sin darle a su mente el tiempo suficiente para procesar las borrosas imágenes que había captado. Gruñó, desde lo más profundo de su pecho, rápidamente recordando lo vivido en su letargo que parecía haber tomado todo un año en su propia mente y maldijo por lo debajo al sentirse tan terriblemente cansada.
- ¿Lisa?
La voz suave se coló entre sus oídos como la miel en un panal de abejas, tan terse y delicada que casi fue capaz de acariciar el interior de su cabeza. Jennie, podría reconocer aquella voz incluso muerta y sentía que la elfa sería capaz de arrastrarla desde el más allá solo con llamar a su nombre.
Hizo otro intento para abrir los ojos, lográndolo a duras penas y con una imagen borrosa y demasiado brillante. Se sintió como cuando era pequeña y usaba goggles para observar debajo del agua y al salir de la piscina las gotas reflejaban la luz en las lentillas haciendo que todo se viera mágicamente luminoso.
La figura borrosa frente a ella se movió, cubriendo su rostro un poco de la luz, permitiéndole intentar enfocarse. El cabello rubio platinado que adornaba su cabeza fue lo primero que pudo notar, a pesar de su mirada desenfocada. Casi por sus hombros largo como cascadas de plata y su piel blanquecina parecía rivalizar con su cabellera.
- Panpriya...
La humana frunció las cejas, viendo a la figura acercarse un poco más a ella mientras la cabeza le retumbaba.
- ¿Dón- dónde estoy? – Preguntó con lentitud, trabándose un poco entre ambas palabras mientras sentía la boca terriblemente seca.
- Muerta.
- ¡Rosé!
Abrió los ojos de golpe, solo para ver a Jennie dejar un sonoro golpe en el brazo de la rubia que tuvo que sostenerse de la elfa arquera a su lado para no tambalearse hasta caer. Jennie, era Jennie a quien había visto. Y Lisa sonrió, a pesar de sentir que si tensaba mucho los labios probablemente se cuartearían hasta dañarle.
- ¿Ya estás bien despierta? – Jisoo habló, moviéndose más sobre la cama-. ¿Entiendes lo que digo?
La humana frunció el ceño, asintiendo con cuidado de no mover mucho su cabeza. Pero aquello al parecer no fue suficiente para la arquera, quien chasqueó un par de veces sus dedos frente a ella. Por supuesto, su mano recibió una palmada de parte de la princesa de los Ljósàlfar para hacer que se detuviera, a lo que Lisa volvió a reír.
- Lisa – escuchó el suspiro de Jennie y, de pronto, el cerebro de Lisa podía enfocarse lo suficiente para prestarle la atención debida-. Estaba preocupada – la princesa escuchó el carraspeó de Jisoo y corrigió-. Estábamos preocupadas.
Lisa le vio fijamente. Su cabello había sido lavado y libre de toda suciedad, peinado hasta hacerlo parecer seda mientras que una pequeña trenza adornaba el costado de este, sujeta al final con un broche que brillaba en un lindo tono verde. Su piel estaba limpia y brillante, como era usual, parecía producir su propia luz mientras que aquellos ojos plateados le veían con fijeza explorando cada rincón de su alma.
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Faraway Land || Jenlisa
FanficTras mudarse a un nuevo país, Lisa creyó que su vida no seguiría pasando por cambios drásticos. Por ello, no esperaba ser arrastrada a un nuevo mundo; allí las hadas, sirenas y elfos caminar por la tierra sin preocupaciones. Lisa, como la única huma...