El lago al que todos los poetas han ido a morir (Parte II)

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El lago al que todos los poetas han ido a morir

Parte II

Cabalgaron por lo que Rosé sintió como quince minutos o quizás veinte. Poco a poco, sin apresurar el paso, comenzaron a alejarse del pueblo ajetreado y se colaron entre los árboles del bosque. La naturaleza estaba muy presente en cada centímetro del reino Ljósàlfar y parecía que las estructuras con sus propias manos no llevaban intensión de expandirse más hacia los frondosos bosques que adornaban todo el interior de las murallas.

El cielo poco a poco se tornó más rosa y violeta, dando paso a la noche estrellada mientras ellas seguían su camino y Rosé permaneció apoyada a la espalda de la elfa durante toda la cabalgata, suspirando y sintiendo que podía disfrutar de buena manera las vistas de la naturaleza terrestre por primera vez desde hace mucho tiempo.

Cuando finalmente Jisoo le susurró que habían llegado, Rosé despegó la mejilla del cuerpo ajeno y abrió los ojos con sorpresa. Una extensión de agua más o menos circular era rodeada por flores brillantes que parecían emitir luz propia y pasto que no crecía más allá de la línea del robillo, mientras que las pequeña galadhias y otros pequeños insectos voladores rodeaban las flores brillantes buscando alimento o refugio por la noche. Todas estas luces eral reflejadas por el agua oscura de la piscina natural que parecía demasiado en calma, sin un solo movimiento en su superficie, permitiéndole ser un espejo pulcro para las brillantes maravillas en sus orillas.

Rosé sonrió anonadada y se volvió hacia Jisoo que ahora se volvía tanto como podía hacia ella, para verle bien a la cara.

- ¿Qué necesitas hacer aquí? – Preguntó la princesa genuinamente intrigada por el tipo de tarea que Jisoo tendría en un lugar como ese.

- Nada – la arquera hizo un ademán para que se alejase de ella, indicándole que bajaría del caballo en ese momento y así lo hizo. Con los pies en la tierra alzó su mirada hacia Rosé y sonrió encogiéndose de hombros-. No es por mí... Es por ti.

Rosé le vio ahora más confundida y negó sin comprender a qué se refería.

- ¿Por qué?

El sonido de algún animalillo nocturno se coló en el ambiente, un pequeño chillido que llamó la atención de otro casi idéntico, como si ellos también estuvieran teniendo una conversación en ese momento. La princesa intentó echar un vistazo hacia los alrededores del estanque para encontrar al animal, pero no pudo ver nada, así que de nuevo enfocó la vista en la arquera, que ahora tenía la mirada gacha.

- Te he visto acercarte a los lagos del castillo, te quitas los zapatos y dejas que tus pies se mojen ligeramente, pero jamás te has metido por completo... No has vuelto a tu forma natural desde mucho antes de que nos encerraran en ese asqueroso lugar – aclaró su garganta y subió la cabeza para asegurarse de ver la reacción de Rosé ante sus palabras.

- Yo no... Bueno, no quería alarmar a nadie, he visto muy bien las miradas que algunos elfos me dan por los pasillos y cómo intentan disimular que me vigilan en todo momento que paso cerca del agua – se encogió de hombros y suspiró-. Sé que saben lo peligrosa que es una sirena en su elemento natural y no quería causar ninguna alarma, después de todo, soy una invitada.

Jisoo asintió.

- Lo sé – habló demasiado rápido, casi desesperada por hacerle saber a la sirena que ella lo notaba, que no pasaba desapercibido para los ojos que le prestaban atención-. Pero he hablado con Soyeon, sé que es incómodo para ti no poder tomar tu forma real, así que imaginé que, si estábamos suficientemente lejos del castillo y de otros elfos, estarías lo bastante cómoda para... nadar.

Faraway Land || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora