Faraway Land || Jenlisa

¿Había más?

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¿Había más?

Con el ambiente tenso y Jennie viendo a la nerviosa humana como si acabasen de hechizarla para dejarla petrificada, Lalisa sintió que su corazón latía en destiempo. Ojalá Jennie hubiese recordado que, al concentrarse demasiado en algún tema dentro de su cabeza, su rostro se tornaba serio y tosco, casi amenazante para quien la viera. Y en ese momento observaba, sin querer, a Lisa como si la pobre humana acabase de soltar la mayor estupidez dicha en toda su vida.

Ambas reinas no tardaron en darse una rápida mirada, en la que se comunicaron un pequeño pensamiento que compartirían en voz alta una vez estuviesen a solas.

- Jennie – murmuró Jisoo tan bajo como pudo, aprovechando la cercanía de su amiga para evitar seguir pasando vergüenzas ante el noble consejo y las reinas.

Sin embargo, aquél llamado no fue suficiente para sacar a la princesa Jennie de su estupor y fue Hye-Jin, empujando sin cuidado su espalda, quien la trajo de regreso a esa realidad.

- Uh – soltó ante el empujón recibido, comprendiendo que acababa de disociar a causa de la humana-. Lamentamos la penetra... ¡Intromisión! Lamentamos la intromisión en su reunión – se disculpó con propiedad, confundiendo las palabras como solía hacer al no estar lo suficientemente concentrada-. Esperamos no hacerte sentir más incómoda de lo que ya has de estar y... Bueno, yo... - aclaró su garganta buscando qué otra cosa decir, olvidando que aún no se presentaba adecuadamente-. Y en realidad Jisoo tuvo la idea de venir aquí, yo no que-

El golpe en su hombro interrumpió cualquier otra excusa y una Jisoo enojada frunció el ceño hacia ella.

- Sólo di tu nombre – recordó para evitar que siguiera soltando tonterías que... Eran ciertas, pero ella no necesitaba que su reina se enojase más de lo que ya estaba.

- Kim Jennie, princesa heredera al trono de Ljósálfar – finalmente dio una reverencia, volviendo a su posición normal para observar cómo reaccionaría la humana ante sus palabras.

Todo lo que recibió fue una reverencia, sumado a una pequeña sonrisa que, hasta ese momento, no había sido dedicada a ninguno de los presentes. Pero Jennie no tenía que saber eso por ahora.

- Excelente, ya que están aquí evidentemente sin ninguna actividad pendiente, les pido a ti y a Jisoo que lleven de vuelta a Lalisa a su habitación. Confió en que pueden hacer dicha tarea sin cometer un desastre – pidió la reina.

Jisoo le vio ofendida, pero Jennie simplemente asintió.

- Lalisa, ¿puedes volver a tu habitación por un momento? – Preguntó la reina.

La humana le vio un poco reacia.

- Pensé que me hablarían sobre esa cosa de magia... Antes de que interrumpieran – envió una mirada molesta hacia ambas elfas jóvenes, quienes se limitaron a lucir arrepentidas.

- Lo sé, pero antes de ello necesito reunir la información necesaria y asegurarme de que la noticia de tu llegada no recorra el reino entero – explicó la mujer ganándose una mirada no muy entendible de parte de todo el Consejo Real-. Entre tanto, siéntete cómoda de tener a Jisoo y a mi hija como tus fieles cuidadoras, se encargarán de todo lo que necesites – remarcando aquel "todo".

Lalisa asintió un poco desanimada, pero de alguna forma entendiendo que la reina tenía muchas cosas para hacer y estas eran debido a su llegada.

- De acuerdo – aceptó la menor, recibiendo una sonrisa por parte de Min-Hee.

- Muy bien, Jennie, Jisoo, encárguense de hacer sentir a Lalisa como en casa – ordenó Tae-Ri dando un paso hacia ellas-. Y contigo hablaremos más tarde, Jennie.