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Gato encerrado
Vio la cara ajena y tan familiar. ¿Cómo podían estarle mintiendo si frente a ella se encontraba un cuerpo que compartía cada uno de sus rasgos, pero que esencialmente no era ella? Se sintió mareada, sin aire. Por su frente bajaba una gota de brillante sudor mientras que sus ojos dilatados recorrían a "Panpriya". Apretó los dedos contra el suelo, queriendo arrancarlo con sus propias uñas. Lisa no quería nada de aquello, ella no había deseado por nada de lo que ocurría ahora cuando tomó ese maldito collar y gracias a ello estaba ahora atrapada en un agujero de conejo que caía eternamente, donde cada vez que respiraba algo simplemente se volvía peor.
Y es que lo más terrible de su situación es que ella no comprendía por qué, ¿por qué ella? ¿Por qué Panpriya? ¿Qué habría pasado si jamás tocaba el collar? ¿O es que acaso el destino era tan cruel y cuidadoso como para que bajo ningún motivo ella fuese capaz de escapar de él?
Sus lágrimas mancharon el suelo al apretar sus dientes y comenzó a negar.
- ¿Por qué yo? – Cuestionó-. ¿No debería ser alguien más... preparado?
La mujer dejó escapar un suspiro por la nariz, más parecido a un resoplido que a una risa genuina.
- El conocimiento de tus vidas pasadas no se transmite con el alma, no podrías estar más preparada de lo que estás ahora – se encogió de hombros.
- ¿Y por qué ahora? – Lisa tocó su antebrazo con delicadeza, buscando consuelo en sí misma.
La mujer suspira, parece resignada, como si realmente no hubiese querido contarle aquello por completo, pero sabiendo que en algún momento habría de hacerlo.
- Hay una fuerza asechando este mundo desde hace muchos siglos, creciendo, haciéndose cada más poderosa – narró, su mirada vacilante, no sabiendo si era correcto soltarle aquella información a una humana poco preparada, pero no tenía de otra-. Cuando Panpriya ejecutó el hechizo que nos permitió huir a la seguridad de otro mundo, no previó que uno de los hechiceros oscuros intentase atacarla mientras el ritual se llevaba a cabo...
***
En el corazón de la antigua cámara sagrada, donde los muros de piedra parecían retener secretos milenarios y el aire vibraba con la esencia misma de la magia, el cuerpo de una mujer flotaba en un estado de trance, envuelto en una luz azul resplandeciente que parecía tejerse desde el núcleo de su ser. Sus cabellos ondeaban como serpientes de plata alrededor de su semblante sereno, mientras los símbolos arcanos danzaban en el aire a su alrededor, trazando un ballet etéreo.
Una figura imponente irrumpió en la escena, una guerrera cuyo porte denotaba años de batallas libradas y enemigos derrotados. Ataviada con armadura reluciente y armada con una espada imbuida en la esencia misma del fuego, sus ojos escudriñaban el entorno con agudeza, alerta ante cualquier amenaza que pudiera empañar la solemnidad del ritual.
De pronto, un estruendo atronador hizo temblar los cimientos de la cámara, seguido por una explosión que destrozó la tranquilidad del momento. Desde las grietas recién formadas en el techo, sombras retorcidas se precipitaron en picado hacia la escena sagrada, hambrientas de caos y destrucción. Los guerreros, con sus armas desenvainadas y sus corazones endurecidos por el deber, se lanzaron al encuentro de los intrusos, dispuestos a defender con su vida el propósito de aquel rito ancestral.
En medio del caos, una figura oscura emergió de entre las sombras, sus ojos brillando con una malicia sin límites mientras trazaba runas prohibidas en el aire, haciendo volar lejos de si a cualquier que intentase detenerlo.
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Faraway Land || Jenlisa
FanfictionTras mudarse a un nuevo país, Lisa creyó que su vida no seguiría pasando por cambios drásticos. Por ello, no esperaba ser arrastrada a un nuevo mundo; allí las hadas, sirenas y elfos caminar por la tierra sin preocupaciones. Lisa, como la única huma...