Buen día para viajar

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Buen día para viajar

Tras una semana de estadía la nueva dinámica familiar comenzaba a ser cada vez más normal para Lisa. Por las mañanas se despertaba gracias a tres toques en la puerta de parte de su tía Malai, quien también despertaba a Ella y ambas hermanas bajaban juntas a desayunar. Los tres adultos hacían el desayuno y al terminar se iban a la tienda donde Sung-il y Hye-Kyo eran dos trabajadores más.

Su tía Malai algunos días se quedaba con ellas, no iba a la tienda pues dejaba algunas responsabilidades en manos de los Manoban, intentando darles más trabajo lo que implicaba más dinero. No quería hacerlo obvio, pero Lisa sabía que la mujer incluso había intentado pagar un poco más que el salario mínimo a sus padres y estos lo negaron, simplemente pidiendo unas horas extras que les ayudarían a pagar sus deudas en la casa de los Beckett y a ahorrar dinero para quizás mudarse a otro lugar muy pronto.

Por otro lado, Lisa pasaba sus días leyendo o vagando por el jardín, pues sin escuela ni amigos cerca era difícil encontrar alguna otra cosa que hacer; afortunadamente estaban en verano.

- Lisa, Ella, ¿pueden venir un momento? - Escuchó a Malai desde alguna parte de la casa.

Lisa salió de su habitación encontrando a la mujer en el pasillo, Ella ya estaba a su lado.

- ¿Qué sucede? - Preguntó la chica.

- Estaba pensando que podrían ayudarme a buscar algo allí arriba.

- ¿Arriba? - Preguntó Ella confundida.

- En el ático, cariño - aclaró ante la ceja alzada de la peuqueña-

- Claro, ¿quiere que busque una linterna?

Malai sacó su teléfono y encendió la luz de la linterna, haciendo que Lisa quisiera golpearse la frente, qué tonta.

Ambas subieron las escaleras con Malai guiando y sosteniendo su teléfono. Lisa también había sacado el suyo e iluminaba aquel viejo ático con cuidado de pisar nada. Estaba lleno de cachivaches, cajas polvorientas, bolsas, ropa por aquí y por allá, un ático normal.

- ¿Y qué debemos buscar? - Preguntó la chica.

- Es una caja, dice "cosas de Aubrey" - La mujer removió unas cuantas cajas intentando leer lo que decían en el costado.

- ¿Quién es Aubrey? - Preguntó Ella buscando entre las cajas por igual.

- La madre de mi esposo, mi suegra - sonrió-. Ella murió hace algún tiempo, pero esta casa le pertenecía, así que muchas cosas se quedaron.

- Lamento su pérdida - dijo la pequeña hermana de Lisa haciendo sonreír con ternura a Malai.

- Muchas gracias, pero bueno, el punto es que Anna, la hermana de mi esposo, ha llamado diciendo que quieren algunas de las cosas de mi suegra, así que aquí estamos - soltó una pequeña risa limpiándose el polvo que una caja había dejado en sus manos.

Ella asintió con determinación, como si su nueva meta en la vida fuese encontrar esa dichosa caja con las cosas de Aubrey. Conociéndola, pensó Lisa, probablemente de verdad fuese su nueva meta. Cuando algo entraba en la cabecita curiosa de Ella era imposible sacárselo.

Suspiró tomando su propio camino entre las cajas, espejos y armarios viejos que habían estado recolectando polvo allí arriba. Ese lugar era enorme y estaba pobremente iluminado, Lisa estimaba que debía ser todo el tercer piso de la casa, pensaría que era un desperdicio de espacio, podrían haber construido más habitaciones allí, pero por el alto del techo desestimó esa idea, con su altura de 1,70 si estiraba sus brazos podía tocar las vigas de madera.

Faraway Land || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora