Puedes oírlo en el silencio

987 198 161
                                    

49

Puedes oírlo en el silencio

Rosé y las sirenas salieron del baño, ataviadas con los vestidos que Jisoo les había proporcionado.

Las sirenas no portaban vestidos élficos, sino ropajes generalizados de ninguna nación en particular, la arquera se apresuró a explicar que entre menos llamaran la atención, más lejos estarían del peligro.

La princesa de Syren, por otro lado, parecía una extensión más del grupo, con ropas similares a las de la arquera y una capa a juego. Si bien el material no era mithril, sería suficiente para proteger a la sirena de ataques cuerpo a cuerpo. Y, por supuesto, su belleza relucía tanto como los bordados dorados en la tela. Jisoo le vio fijamente, sonriendo al ver a Rosé mostrarle a Chaeryeong los bolsillos internos de la capa.

- ¿Se ajustan bien? – Cuestionó la arquera.

Rosé asintió hacia ella, al igual que el resto de las sirenas.

- Son perfectos... Tienes buen ojo – comentó aquella rubia.

- Es que se la pasa viéndote - aseguró Chaeryeong.

Jisoo frunció el ceño hacia la ninfa y esta le vio con confusión, no era una mentira, después de todo. Rosé, sin embargo, solo rio y lo dejó pasar.

- Tengo algo de hambre – comentó.

Jisoo asintió.

- Podemos bajar a comer, ¿les parece? Es mejor eso que gastas las provisiones.

Jennie asintió hacia ella, pero Lisa interrumpió.

- Yo necesito ir a ducharme – expresó con seguridad-. Pueden adelantarse, las alcanzaré cuando esté lista.

Se dirigió a la puerta, anunciando sus planes sin dar la oportunidad de que pudieran detenerla y cerró tras de sí para comenzar a despojarse de su ropa.

El baño era más grande de lo que aparentaba, teniendo incluso una bañera que parecía haber sido tallada en una sola roca. La idea de sumergirse en el agua y sentir la frescura sobre su piel casi pudo provocarle una risa maniática, ella realmente necesitaba darse un baño, incluso si la hierba élfica se encargaba de la higiene, la frescura corporal no parecía poder ganarse por esos medios.

Se desvistió notando que su cuerpo era adornado por diversos moretones que no parecían prontos en sanar. Suspiró con cansancio, el peor de todos era el rasguño de sirena en su hombro, que, aunque lucía terrible, seguramente sería peor de no ser por ayuda de Jennie.

Al sumergirse en la bañera, Lisa dejó escapar un suspiro mientras dejaba que el agua la envolviera, llevándose consigo las tensiones acumuladas. La luz tenue del baño creaba destellos sobre la superficie del agua, y Lisa cerró los ojos, permitiendo que la tranquilidad del momento la envolviera.

Sintió un par de golpes en la puerta y alzó la ceja esperando que realmente fuera importante.

- Lisa, dejaré un cambio de ropa en la puerta, ¿bien? – Jennie avisó desde el otro lado.

La humana sonrió y gritó un agradecimiento para escuchar a Jennie alejarse.

Cuando estuvo por dormirse, la humana supo que ya había tenido suficiente. Volviendo a vestirse tras tomar la nueva prenda, salió del baño y se encontró con la visión serena de las sirenas descansando, Shuhua y Soojin compartiendo una de las camas mientras que las otras se habían repartido en la habitación. Lisa imaginaba que estaban cansadas, ellas no habían dormido en su tiempo en el barco y quién sabe cuántas noches nadaron mientras huían del rey loco.

Faraway Land || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora