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Pero se ha escapado de nuevo
La luz del atardecer se filtraba a través de las altas ventanas del castillo, bañando los pasillos en tonos dorados y naranjas. El silencio predominaba en el ambiente, roto solo por el leve crujido de las armaduras de los guardias mientras patrullaban.
Tras la finalización del combate, la reina había propuesto una cena en conjunto, a la vista de que sus aliados de guerra llegarían más al anochecer. Así que, la noche había descendido con suavidad sobre el reino, envolviendo el castillo en una atmósfera de cálida serenidad. Las grandes esferas luminosas iluminaban el salón principal, llenándolo con un resplandor dorado que reflejaba en las caras felices y relajadas de quienes se reunían en torno a la mesa. Era una cena sencilla, prácticamente conformada de mucha otras para lograr darle cabida a más invitados de los que solía recibir el salón, pero con una alegría palpable en el aire, una celebración por la victoria inesperada de Lisa en su enfrentamiento con Tae-ri. El sonido de las copas chocando, el tintineo de los cubiertos y las risas ocasionales creaban una sinfonía de tranquilidad que llenaba el salón.
No solo estaban los miembros usuales, sino muchos otros elfos, aquello que pronto se confrontarían a lo desconocido. Jisoo le había explicado brevemente que era una tradición, celebrar una buena comida y disfrutar de las compañías antes de algún enfrentamiento tan grande como el que se veía a la vuelta de la esquina.
Lisa, por su parte estaba sentada hacia una de las orillas, rodeada por sus amigas. Jennie a su lado, vertía vino en su copa con una sonrisa juguetona en sus labios. Las sirenas y Jisoo se enzarzaban en una discusión amistosa sobre la mejor forma de hundir un navío, mientras Chaeryeong y Rosé parecían pelearse por el último trozo de carne asada en la gran bandeja.
- Suéltalo, yo soy más grande, tengo más derecho – gruñó Chaeryeong molesta.
- ¡Yo soy una princesa, tengo mucho más derecho! – Exclamó Rosé.
Ninguna parecía querer darle tregua a la otra y ambas tuvieron la misma idea para solucionarlo.
- ¡Jennie! – Las voces de la sirena y la ninfa dijeron al unísono, sacando a la princesa de los Ljósàlfar de su conversación con la humana.
La elfa hizo una mueca molesta.
- Solo dáselo a Chaeryeong, no seas egoísta.
La boca de Rosé se abrió como si la estuviese insultando y la ninfa aprovechó para arrancar de sus manos la carne y ponerla por fin en su plato. Y mientras la sirena discutía de vuelta con Jennie ante su "traición" fue Jisoo quien terminó por dejar su trozo de carne correspondiente en el plato de la sirena para volver a su conversación con las otras sirenas, que no disimularon las sonrisillas divertidas.
La humana sonrió divertida, pero antes de que pudiera soltar algún comentario de burla hacia Jisoo, por el rabillo de su ojo notó a una figura que se ponía de pie. Ryujin, seguía con su capucha bien puesta y cubierta de pies a cabeza. Apenas había entrado al salón, no la había visto desde que se separaron tras el combate, pero la cambiaformas pareció cambiar de opinión, pues estaba por darse la vuelta para irse del lugar hasta que una voz llamó su nombre.
- ¡Ryujin! – Exclamó Chaeryeong.
El llamado, que apenas fue notado por el resto de los presentes, captó la atención de una figura encapuchada al borde de la estancia. Ryujin se estremeció ligeramente, sus manos apretando con más fuerza la capucha que cubría su rostro, como si temiera que aquel simple llamado pudiera revelar algo que prefería mantener oculto.
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Faraway Land || Jenlisa
FanfictionTras mudarse a un nuevo país, Lisa creyó que su vida no seguiría pasando por cambios drásticos. Por ello, no esperaba ser arrastrada a un nuevo mundo; allí las hadas, sirenas y elfos caminar por la tierra sin preocupaciones. Lisa, como la única huma...