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La princesa en la torre y el despiadado dragón
Parte II
Lisa se volvió lentamente, su rostro manchado de un líquido negro, bajando desde su frente y colándose entre el espacio a los costados de su tabique y bajando por las mejillas como lágrimas rojas. Los ojos fijos y pétreos en el hombre que ahora sostenía el cabello de una Taeyeon a media transformación, a quien ya se le podía notar dos de las seis orejas de su forma común. La humana hizo una mueca al ver la daga presionarse con fuerza en el cuello de Ryujin, abriendo una pequeña herida mientras la cambiaformas se quejaba intentando llevar sus manos al brazo del hombre, sin éxito.
- Baja la espada, Viajera – ordenó-. No deberías estar aquí. ¡Ella nos prometió un lugar en el nuevo mundo! – Su voz desgarrada estaba llena de ira y sus ojos aguados demostraban más de lo que sus palabras alcanzaban.
- Lo que sea que les haya prometido... No van a obtenerlo a mis expensas – el tono tranquilo de la humana fue acompañado del eco lejano del agua corriendo.
- ¡Pero para eso existes! ¡No puedes negármelo de nuevo! – Tiró mucho más del cabello ajeno, obligándola a arrodillarse.
Ryujin soltó un chillido cuando el filo trazó una delgada línea de sangre en su piel y Lisa apretó la mano al pomo de la espada.
Antes de que más palabras fueran intercambiadas, la humana lanzó a toda velocidad aquella arma filosa directo hacia la cabeza del guardia. Éste soltó de inmediato a la cambiaformas para desviar su cuerpo lejos del curso de la espada y antes de que pudiera recomponerse Lisa ya lo había tacleado contra el suelo. El hombre intentó enterrar su daga en el costado de la humana, pero el antebrazo de Lisa chocó contra su muñeca, para luego tomar ésta y echarla hacia atrás hasta que otro crujido de los huesos hizo que soltase el arma. Tras desarmarlo, Lisa golpeó varias veces el rostro del hombre, hasta que notó lo que manchaba sus puños.
Negro.
El cuerpo bajo ella ya no se removía, pero seguía respirando, su tabique estaba desviado y la piel de la nariz rota casi por completo, uno de sus ojos estaba tan inflamado que se cerraba enteramente y varios dientes ahora faltaban en la boca cubierta de líquido negro. Lisa podía ver el daño feroz que había causado, su nueva fuerza era algo que ella misma aun desconocía y quizás siendo normal ella realmente no había desfigurado de tal manera el rostro del guardia, pero eso no explicaba la falta de sangre.
- ¿Qué es...? – Lisa vio sus manos y luego desvió su mirada hacia el guardia que había noqueado, su rostro estaba cubierto de negro igualmente.
El hombre bajo ella intentó murmurar algo, pero la masilla desfigurada que ahora era su boca no se lo permitiría. Y, antes de que pudiera seguir intentándolo, su cuerpo entero se destensó. Muerto.
La humana tragó grueso poniéndose de pie. El arrepentimiento buscaba hacerse hueco en sus pensamientos, pero ella sabia que debía obligar aquel sentimiento a hacerse a un lado, luego podría lidiar con todos los más que posibles traumas que toda esa experiencia le estaban causando, por ahora solo debía asegurarse de rescatar a sus amigas y salir de allí. Después de todo, ¿qué eran aquellas cosas? Ella era una humana, eso lo sabía perfectamente y los humanos sangraban en rojo.
- Vamos – murmuró sin ver a la cambiaformas que comenzaba a ponerse de pie.
Ryujin le observó con ojos brillantes, su rostro a media transformación manchado de rosa mientras sus orejas echadas hacia atrás se alzaron ligeramente cuando Lisa pasó a su lado para hacerle frente a la puerta. La cambiaformas bajó un momento la mirada, llevando la mano a su pecho para calmar el murmullo de su corazón.
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Faraway Land || Jenlisa
Hayran KurguTras mudarse a un nuevo país, Lisa creyó que su vida no seguiría pasando por cambios drásticos. Por ello, no esperaba ser arrastrada a un nuevo mundo; allí las hadas, sirenas y elfos caminar por la tierra sin preocupaciones. Lisa, como la única huma...