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Comienza el viaje
(Parte II)
El sol finalmente había salido golpeando con fuerza las verdes colinas de las tierras de Álfheimr, allí entre frondosos árboles y brillantes flores cuatro cuerpos se movían con el mayor siglo posible, intentando hacer tan poco ruido que su presencia fuera casi imposible de notar. Claro que eso no era un problema para la arquera experta del grupo, sus pasos eran tan delicados y sutiles que parecía un toque fantasmal, imperturbable a la naturaleza por donde pasaba.
Habían pasado gran parte de la madrugada caminando a través del bosque, con Rosé siendo la guía en cuanto reconoció el entorno donde había estado la noche anterior. Jisoo iba justo detrás de ella, sus orejas siempre atentas a los alrededores, reconociendo cada sonido de la naturaleza y fijándose atentamente si había algo diferente. Lisa iba detrás de ellas y a su lado Jennie le veía con atención, asegurándose de que los pasos de Lisa fueran seguros.
- Agáchense – ordenó Rosé poniéndose sobre sus rodillas y yendo poco a poco hasta la orilla de la pequeña colina.
Las otras tres hicieron caso y finalmente ante ellas se mostró aquel pueblo más allá de la colina. Desde allí Lisa finalmente pudo observarlo completamente. Era más grande de lo que había pensado, comenzaba donde finalizaban las grandes montañas, incluso podía ver algunas casas construidas en las pendientes de las colinas más bajas, buscando aprovechar todo el espacio. El pueblo estaba distribuido con casas grandes y pequeñas que conservaban las paredes grises de aspecto rocoso y las vigas estructurales de madera oscura, con enredaderas y flores creciendo entre la roca y la madera. También pudo reconocer la plaza redonda donde habían sido retenidas y más allá el río que dividía en dos el pueblo, junto al puente que unía ambos estrechos. La otra mitad del pueblo no era tan clara, pero casas más grandes se asomaban y un espacio de tierra libre en forma rectangular mostraba algunas carpas que le hicieron recordar a las ferias de pueblo que celebraban en su hogar.
- Esto no está bien – murmuró Jisoo.
La humana se volteó para verla, notando sus ojos de brillante color plata, casi resplandeciendo con el reflejo de la luz. Lisa frunció el ceño, confundida, y luego notó la marca en el dorso de la mano de la arquera, otro símbolo desconocido para ella, hecho con sangre fresca, tal como el que Jennie había dibujado en ella la noche anterior.
- ¿Qué ves? – Preguntó Jennie y Lisa quiso golpearse por no haber prestado atención a qué clase se runa estaba usando la elfa.
- Nada.
- ¿Qué? – La princesa frunció el ceño-. La runa debería funcionar bien, tu vista debe ser mejor que la de un grifo en este momento.
- Funciona bien – descartó con un movimiento de su mano al tiempo que sus cejas se fruncían-. Pero no hay nadie, no veo actividad alguna y el lugar está vacío. No hay hobbits, duendes, hadas u orcos...
- ¿Crees que los orcos se los hayan llevado a todos? – Rosé propuso.
- Es una posibilidad – se encogió de hombros y finalmente cerró los ojos con fuerza mientras pasaba una mano por encima de la otra, borrando la runa-. Pero han dejado absolutamente todo.
- ¿De qué hablas? – Lisa tuvo que inmiscuirse.
- Nuestras armas siguen en el mismo lugar, incluso pude ver las alforjas – explicó-. Algo ha pasado allá abajo.
Jennie apretó los labios y observó fijamente el pueblo, intentando procesar lo que acaba de explicar la arquera. Los orcos podían haberse ido y llevarse a todo el pueblo de rehenes para venderlos como esclavos y aquel ataque no tendría represalias inmediatas, pues era parte del reino de los Ljósálfar y su castillo estaba en medio de un ataque directo. Sin embargo, los orcos jamás dejarían armas élficas detrás, ella y cualquiera con conocimiento básico sobre esas criaturas lo sabía... ¿Entonces qué estaba pasando allí?
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Faraway Land || Jenlisa
FanficTras mudarse a un nuevo país, Lisa creyó que su vida no seguiría pasando por cambios drásticos. Por ello, no esperaba ser arrastrada a un nuevo mundo; allí las hadas, sirenas y elfos caminar por la tierra sin preocupaciones. Lisa, como la única huma...