Faraway Land || Jenlisa

Retoño

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Retoño

Jennie, con una mezcla de incredulidad y confusión, vio a la figura acercarse más, provocando que desenfundara su espada y Jisoo apuntase con un poco de dificultad hacia ella. La pequeña rio y con un movimiento rápido las ramas ya habían arrebatado las armas de sus manos, inmovilizándolas a ellas sobre los caballos.

- No vengo a pelear, elfas.

Un movimiento más de su mano y las ramas comenzaron a recogerse, liberando a los corceles de sus trampas. Jennie observó a la ninfa caminar más cerca, moviendo el bastón al tiempo que las lianas y ramas parecían seguir sus órdenes.

- He sentido un cambio en la esencia del lugar y he venido a investigar – dijo la ninfa con una serenidad que contrastaba con la agitación del entorno-. Pero veo que padre tenía razón, realmente ha llegado la humana – señaló hacia Lisa, que su mantenía tan detrás de la espalda de Jennie como las ramas le permitían.

- Bueno, mierda, eso fue más rápido que conmigo, ¿no? – Interrumpió Rosé ganándose una mala mirada molesta de la princesa.

La ninfa en cambio rio.

- Vamos, vamos, padre estará feliz de ver que finalmente has llegado como lo predijo – la pequeña instó con un movimiento de su mano.

- No iremos contigo a ningún lado – el tono duro de Jennie hizo a la ninfa volverse hacia ella con un rostro que solo demostraba confusión.

- Pero... Ella es la humana, padre debe verla – dijo con obviedad.

Las ramas entonces volvieron a moverse, se enrollaron por el cuerpo de las cuatro compañeras, que con quejidos y un pequeño grito de Lisa terminaron fuera de los caballos y de pie en el suelo sin demasiados problemas, dejando a una Jennie descolocada y a Lisa impresionada.

- Vamos, estamos perdiendo tiempo – volvió a sonreír dando la espalda y comenzando a caminar.

Jennie frunció el ceño, mirando con desconfianza las ramas que se alejaban de ella.

- Nos vamos en este instante – aseguró Jennie-. Ni siquiera sabemos quién eres, no vamos a seguirte a ningún lado.

La ninfa sonrió, pero sus ojos mostraban una determinación inquebrantable. Antes de que Jennie pudiera reaccionar, las ramas de los árboles se extendieron rápidamente, envolviendo a la princesa como si fueran brazos.

- ¡Hey! ¡¿Qué estás haciendo?! - Exclamó Jennie, intentando liberarse de la extraña sujeción.

La ninfa, con un tono de voz amigable pero firme, respondió.

- Soy Chaeryeong, ahora ya me conoces, ¿mejor? – Solo pudo escuchar a Jennie gruñir-. No puedo permitir que te vayas sin que padre vea a la humana.

A pesar de sus esfuerzos, Jennie se vio obligada a caminar hacia adelante, controlada por las ramas del árbol. Las otras miraban la escena con preocupación, pero Lisa intervino.

- Por favor, detente – la ninfa inmediatamente envió su atención hacia ella-. Iremos contigo, ¿de acuerdo? Pero debes dejar de movernos con estas cosas.

La joven soltó un pequeño gritillo emocionado y sus manos se unieron frente a ella dejando caer el bastón que rápidamente fue recogido por las raíces para dejarlo en su palma de nuevo.

- ¡Lo prometo! ¡Vamos, vamos!

Y sin más opción, las cuatro comenzaron a caminar tras la joven ninfa. Jisoo cojeaba ligeramente y Rosé al darse cuenta pasó el brazo de la arquera por su hombro para ayudarla a reducir la presión ejercida en la herida que claramente no había sanado aún, mientras de Ugdhir y Freyhir les seguían con las cabezas gachas.