Faraway Land || Jenlisa

Reuniones familiares (Parte II)

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Reuniones familiares

Parte II

- ¿Cuánto más vamos a caminar? – Preguntó Rosé distrayendo los pensamientos de Lisa.

Jisoo hizo una mueca.

- ¿Vamos? – Cuestionó la arquera agachando la mirada para ver a la sirena en sus brazos.

Rosé se encogió de hombros.

- Bueno, ya estoy cansada del bamboleo.

- Para ser la única que no está caminando, te quejas demasiado – soltó con ligera molestia la princesa que caminaba más adelante.

Lisa quiso reír, pero estaba contenta de que sus interacciones no hubiesen cambiado luego de todo el tiempo separadas.

- Pero es extraño que no hayamos encontrado nada – murmuró Jennie-. ¿Seguro de que no nos llevas a una trampa? – Preguntó en voz alta hacia el animal, quien solo se aseguró de arrastrar una de sus patas traseras en el siguiente paso para sacudir la tierra debajo de su pezuña justo hacia la elfa-. ¡Eh!

La humana rio y Rosé lo hizo incluso más fuerte, para luego proceder a asegurar que el peritio comenzaba a caerle mejor.

Jennie simplemente vio con molestia el animal, continuando con su caminata durante otro rato más.

Con cada paso que daban entre los árboles del bosque, Jennie comenzó a sentir una sensación de familiaridad que le hizo latir el corazón con fuerza. Un sonido, apenas perceptible al principio, resonaba en la distancia, atrayendo su atención y despertando su curiosidad. Sus ojos se abrieron con expectación mientras observaba con más detalle sus alrededores, tratando de identificar el origen de aquel sonido misterioso.

- ¿Escuchan eso? – Cuestionó la elfa.

- Sí – Jisoo fue la única que le respondió.

Lisa le vio confundida, pero Jennie no pudo responderle. Su corazón latía apresurado cuando Jennie notó algo en el horizonte, una silueta familiar que se perfilaba entre los árboles. Sin dudarlo, se adelantó con paso decidido. Mantuvo bien sujeta la mano de Lisa mientras pasaba más allá del venado blanco que hasta ahora había marcado el camino.

- ¿Qué pasa? ¿Jennie? – Lisa se dejaba arrastrar intentando seguirle el paso.

Pero Jennie no contestó, estaba demasiado ocupada intentando descifrar si lo que escuchaba era lo que ella creía o si solo estaba volviéndose loca finalmente. Empujó con determinación los densos matorrales que se interponían en su camino, apartándolos con sus antebrazo y codo, ansiosa y con los dedos temblando.

Y entonces, finalmente, el bosque se abrió ante ella en una revelación que la dejó sin aliento. Frente a sus ojos, reconocía las murallas del imponente reino donde había pasado toda su vida. Las paredes de piedra se alzaban con orgullo hacia el cielo, bañadas por la luz dorada del sol poniente y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando reconoció los sonidos que sus diestros oídos seguían capturando más allá de los muros.

- ¡Ljósàlfar! – Exclamó con el corazón en vilo y su cuerpo entero se volvió hacia el animal que acababa de sobrepasar los matorrales y observaba hacia arriba el final la muralla-. ¡Nos trajiste todo el camino!

Lisa entonces le vio con ojos desorbitados a ella y luego al venado.

Jisoo, apretando a Rosé contra su cuerpo con ganas de saltar, vio a Jennie con la boca abierta en cuanto su vista estuvo libre.