Faraway Land || Jenlisa

Una humana para gobernarlos a todos (Parte II)

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Una humana para gobernarlos a todos

Parte II

El campo de batalla se extendía ante ellas, un paisaje desolado marcado por el caos y la destrucción. Lisa, Jennie, Jisoo y Rosé se mantenían juntas, sus corazones latiendo al unísono mientras observaban el tumulto que se desarrollaba frente a ellas. Las ramas envolvían los cuerpos sin vida, harpías intentaban liberarse de las enredaderas y el suelo agrietado por las raíces parecía no dejar paso a más enfrentamiento, pero ciertamente Chaeryeong seguía rodeada de criaturas que no parecían tener un final.

La humana movió sus ojos por el lugar, a lo lejos en la lindera de árboles podía ver al troll avanzar lentamente hacia Chaeryeong y sabía que, aunque la ninfa estuviera aguantando los ataques, aquella criatura sin dudas acabaría con cualquier ápice de fortaleza.

Jisoo, con su arco en mano, disparó flechas directas al corazón de dos harpías que se acercaban desde el aire. Rosé, a su lado, empaló con la lanza prestada a uno de los goblins que pretendía atacar a Jisoo mientras esta disparaba.

- ¿Cuál es el plan? – Cuestionó Jisoo hacia Lisa, rebanando el cuello de un orco.

Las tres propias de aquel mundo rodeaban ahora a la humana evitando que las pocas criaturas que se alejaban del enjambre que atacaba a Chaeryeong llegaran a Lisa.

La humana tragó grueso, frunciendo el ceño y negado mientras observaba su objetivo. La adrenalina seguía corriendo por sus venas, pero la cantidad de enemigos y el tamaño de algunos de ellos era simplemente arrasadora y la realidad de sus acciones ahora comenzaba a pesar en su mente.

- Lisa – Jennie usó su mano libre de espada para tomar la mejilla humana, permitiéndole a esta que se concentrara en ella-. ¿Quieres rescatar a Chaeryeong?

La castaña asintió lentamente y Jennie hizo un ademán con la cabeza hacia la horda. Ella se habría marchado sin dudarlo hace un instante, era eso lo que la misma ninfa quería, pero realmente Lalisa le había dado una excusa para evitarlo, para detener la atrocidad que representaba abandonar a un compañero a su suerte... Y eso la ponía en un predicamento entre su deber con la corona y lo que ella quisiera hacer. ¿Acaso su madre no habría tomado la decisión de marcharse incluso hiriendo a Lisa para evitar que escapara de ella? Claro que lo había hecho, porque su madre era una reina perfecta, una líder innata, pero ¿Jennie qué era?

- Entonces hay que detener al troll, llegar hasta Chaeryeong y sacarla de allí – dijo la elfa dando un paso atrás.

- No será fácil, son tan estúpidos como grandes, pero son increíblemente fuertes – Jisoo pateó el rostro de la harpía y una vez en el suelo usó su arco para desfigurarle la cara-. No vamos a matarlo solo con flechas y espadas.

Jisoo había entrenado toda su vida junto al credo de arqueros, había sido puesta en incontables situaciones peligrosas y había sido obligada a estudiar criaturas distintas para conocer sus comportamientos. Ella sabía que las chances de una victoria eran, como mucho, excesivamente bajas.

- No pensé en los detalles – comentó la humana, con su espada cortando el cuello del orco que Jennie acababa de derribar.

- ¡No pensó en los detalles! – La exclamación sarcástica de Jisoo hizo a Lisa bajar la mirada-. ¡¿Y en qué pensaste, entonces?!

- ¡En no dejar morir a Chaeryeong! – Jennie evitó que el orco intentará volver a ponerse de pie, pues Lisa no había cortado su cuello adecuadamente y la humana le envió una mirada agradecida.