Faraway Land || Jenlisa

Cabeza sobre el agua (Parte II)

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Cabeza sobre el agua

(Parte II)

Sentía un déjà vu.

Cuando comenzó a abrir los ojos lentamente, Lisa sintió que estaba viviendo ese momento de nuevo. Entonces recordó que justo así había llegado al castillo de la reina Min-hee; tras un golpe en la cabeza y un desmayo prolongado. Y entre el mareo y la confusión se preguntó si esos golpes no podrían generarle daño cerebral.

Sin embargo, sus preocupaciones fueron otras a medida que despertaba.

Lo primero que la humana notó fue el suelo frío e incómodo en el que se encontraba acostada, luego mientras su vista se aclaraba vio los troncos de madera que le rodeaban, el brillo pulsante violeta de volvió a marear y tuvo que cerrar los ojos de nuevo para calmarse. Apoyó las manos cuidadosamente en el suelo y con un esfuerzo monumental levantó el torso, abriendo los ojos con pesadez.

- Ay, puta mierda – fue lo primero que abandonó sus labios.

Estaba encerrada, reconocía esa estructura, porque ese mismo día había sacado a alguien de ella. Volvió a apretar los ojos con una mano en su cabeza, sintió el dolor punzante de una herida justo por encima de la frente y la textura rasposa de la sangre seca que le bajaba por la cara.

Bueno, maldición, Jennie y Jisoo estaban haciendo un trabajo increíble en eso de no dejar que muriera. ¡Jennie y Jisoo!

Los ojos se le abrieron de golpe y su cabeza se movió de un lado a otro dos veces, porque la primera todo estaba demasiado borroso como para reconocer nada. Finalmente, su vista se enfocó en el lado izquierdo de su jaula, la princesa le veía con ojos desorbitados y nerviosos.

- Jennie – susurró moviéndose para estar tan cerca de la otra jaula como le permitía el espacio-. Jennie, ¿qué sucedió?

- Cin feel foeir? – Salió de la boca de Jennie y la cara de Lisa cayó-. Ceri- cin ari nin?

- Ay, no. Maldita sea – negó revisando su muñeca, no tenía la runa que le habían puesto aquel primer día en el castillo-. Jennie, Jennie, no tengo la runa – alzó la muñeca para que la princesa lo viera o al menos intuyera lo que pasaba.

La mueca de Jennie pasó de preocupación a horror y Lisa pudo notar cómo el pecho comenzaba a subir y bajarle con rapidez.

- Oh baw, baw – la princesa negó y Lisa pudo ver cómo los ojos se le llenaban de lágrimas-. Vedui-, cin baur na vedui-, ennas ari ork hi – limpió sus mejillas y señaló a los al rededores-. Hi na- nin fault, im am si sorrui, im... Im...

- Jennie, Jennie – la humana hizo un gesto para llamar su atención y la princesa finalmente dejó de hablar-. No sé qué dices, pero cállate – habló casi molesta y con el ceño fruncido, había notado a una de esas feas criaturas volverse hacia ella en cuanto escuchó a la elfa hablar.

La princesa pareció entender solo cuando llevó un dedo a sus labios.

- Bien – Lisa dijo para sus adentros.

Observó el lugar, parecía una plaza, podía ver el círculo de adoquines que se formaba alrededor de una pequeña capilla con techo en punta, adornada con flores y vegetación que se vería linda de no ser por la cantidad de maderas, telas mugrientas y lo que parecía basura que rodeaba todo el lugar. Eran al menos once criaturas como las que habían matado Jennie y Jisoo: orcos. Algunos se encontraban un poco lejos, hablando en un idioma que ciertamente no entendía y otros parecían pasear por el lugar con armas rudimentarias en las manos.