Capítulo 96: ¡Hasta pronto, Italia!

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Sans estaba de pie junto a Toudou, Harut y Marut en el patio de entrenamiento, viendo desde la distancia como un grupo de cinco jóvenes hablaban por videollamada con un joven sacerdote. 

Shen Tsu lloraba a mares por al fin poder ver a los amigos que había perdido, los mismos habían tratado de no llorar para demostrarle a su amigo que estaban bien, pero la emoción del momento y oír la voz de su "hermano mayor" después de tanto tiempo, fue como un cálido sueño. 

Shen: Están bien... ¡Están bien! Y-Yo... ¡N-No saben cuanto tiempo esperé poder verlos! 

Los niños bestia se secaron sus lagrimas, esbozando sonrisas emocionadas, animando a Shen para que dejara de llorar.

Uno de los niños de orejas y cola de gato habló, mientras sostenía una espada de madera en sus manos.

Dalai: Cielos... ¡No tenías que esforzarte tanto, Shen! Nos bastaba solo con que tú estuvieras bien~

Shen: Dalai... T-Tienes orejas felinas, los demás también.. ¿Q-Qué les hicieron? 

Una chica de largo cabello y de orejas caninas fue quien se acercó ahora, echando para atrás a los demás.

Jia: ¡Esto no es nada! No tienes que preocuparte más, nos pusieron a dormir y cuando despertamos ya estábamos así, así que no sentimos nada de dolor~

La segunda chica de cabello corto y de orejas de zorro se acercó tímidamente.

An: T-También nos trataron bien cuando llegamos a este lugar, al... Al principio daba miedo, pero incluso vivíamos en mejores condiciones que antes, así que, por favor... N-No te sobre esfuerces demás ahora, Shen...

Un chico alto de orejas y cola de lobo se acercó con una gran sonrisa, mientras presumía de sus nuevas características.  

Syaoran: ¡Jaja! ¡Además, desde que nos convirtieron en esto, nuestra fuerza, resistencia y velocidad se incrementaron mucho! ¡Incluso ahora podríamos ayudarte en tus trabajos, Shen!

Shen: ¡Ni hablar, Syaoran! ¡Ustedes no tienen que meterse en ese oscuro mundo! A-Además... Ya no hago esos trabajos. 

Cuando escucharon esas palabras, todos se sorprendieron al inicio, para rápidamente sonrojarse por la fuerte emoción, apegándose a la pantalla con sus ojos llenos de felicidad.

Dalai: ¿¡D-De verdad!? 

An: ¡M-Me alegro mucho, Shen!

Syaoran: Por fin... ¡Por fin dejaste todo eso, cabeza hueca!

Jia: Entonces... ¿Q-Qué es lo que haces ahora? 

El último chico apartó a los demás, era el mayor de todos, a diferencia de los demás, el tenía sus orejas normales, pero tenía una alargada cola escamosa, cuernos afilados y sus ojos eran los de un réptil. 

Tao: Por mucho tiempo has sido tu quien no ha protegido, eres nuestro hermano mayor... Por favor, Shen Tsu... ¿No es un trabajo peor del que ya tenías? 

Shen: No... No te preocupes, Tao. En busca de ayuda, terminé en Japón, donde conocí a uno de los líderes del Cielo bíblico. Me prometió que me ayudaría a encontrarlos, y al final, cumplió su palabra... Gracias a él, los he podido ver de nuevo. No tengo un trabajo peligroso, ahora me están enseñando para ser el próximo sacerdote en la catedral de Sans-Sama. Vivo en un lindo lugar, me alimento bien, y me enseñan adecuadamente... ¡Es un buen trabajo! 

Los chicos sonrieron satisfechos al escuchar las palabras serenas de su hermano mayor. 

Shen: Entonces, ¿Vendrán conmigo, cierto? 

Sans en High School DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora