Promesa Eterna

Pasteles navideños

—¿Qué se le regala a alguien que tiene mucho dinero?

Will estaba en problemas. El cumpleaños de Hannibal se acercaba y no tenía un regalo preparado. Había pensado en muchas ideas, pero ninguna le convencía, y tanta era su desesperación que decidió preguntarle a Matthew Brown, el único niño con el que hablaba, si tenía alguna idea.

Hannibal era rico, podía comprar cualquier cosa que quisiera, lo que lo hacía un receptor de regalos difícil.

Los dos chicos se encontraban en el patio del colegio durante el recreo, observando a los demás niños jugar mientras ellos preferían conversar. Sin embargo, en realidad, la mayoría del tiempo era Matthew quien hablaba, mientras Will lo escuchaba.

—¿Tienes otro amigo y no me dijiste? —preguntó Matthew, sorbiendo su jugo, intentando sonar como una broma pero sonó molesto.

—Se llama Hannibal, Hannibal Lecter —dijo Will orgulloso.

—No recuerdo que me hablaras de él

—Es porque no lo hice —admitió. Usualmente no hablaba de cosas personales con Matthew—. Hannibal es estudiante de medicina, es rico, y ya casi va a ser su cumpleaños. Me gustaría regalarle algo.

Matthew frunció los labios en señal de molestia.

—Llevamos dos años siendo amigos y nunca me has regalado nada —gruñó Matthew

—No somos tan amigos. Hannibal es mi mejor amigo

—¡Auch! Eso dolió —se quejó Matthew dramáticamente—. Pensé que yo era tu mejor amigo

—No, no lo eres

—Eres muy cruel, Will —dijo Matthew, con cierta tristeza, pero aún así seguía encariñado a Will—. ¿Es un estudiante de medicina? ¿Cuántos años tiene? +

—Va a cumplir veintidós el viernes.

—¡Veintidós! —Matthew se sobresaltó—. ¡Qué horror! Es muy viejo.

—Es lo que yo le dije! Pero se molesta por que se lo digo —reconocio Will

Hannibal parecía herido cada vez que lo llamaba viejo o se hacía referencia a su edad, aunque no era culpa de Will que fuera mayor.

—¿Por qué eres amigo de alguien tan viejo? Los niños y los adultos no son amigos.

Will inclinó la cabeza a un lado con curiosidad.

—¿Por qué? Hannibal es amable, me cuida

—Creo que no prestaste atención a las maestras. Si un adulto es amigable con un niño, es porque quiere algo.

—Hannibal no es así —lo defendió Will, molesto por la insinuación de Matthew.

—No lo sé, Willy. No creo que sea lo mejor que seas amigo de alguien diez años mayor que tú —insistió Matthew, sin ceder en su punto de vista.

Will no recordaba haberle pedido su opinión a Matthew y estaba a punto de reclamarle cuando el timbre del fin de receso sonó. Matthew suspiró y ambos se levantaron para tirar la basura en el bote antes de regresar al edificio, donde tenían clases separadas.

—Ahora dame un abrazo —dijo Matthew estirando los brazos.

—¡No! No me toques, tus manos están pegajosas —se quejó Will, intentando alejarse de Matthew.

Aunque la mayoría de las veces lograba escapar, esta vez Matthew fue más rápido y logró envolverlo en sus brazos. Will se retorció intentando liberarse sin exito.

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—¡Hey, Hannibal! ¡Vayamos a celebrar tu cumpleaños!