Cambios

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⚠️Aviso⚠️

A partir de este capítulo, se hace evidente que Hannibal comienza a tener sentimientos románticos por Will. Will tiene diecisiete años. La historia y la sinopsis deja en claro a dónde se dirige esto desde el principio pero lo aviso por si no les interesa este tipo de relación. Se recuerda que todo lo escrito aquí es ficción y en toda esta historia no habrá ningún tipo de abuso hacia Will. 

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Hannibal había adquirido una oficina en el centro de Baltimore para iniciar su carrera como psiquiatra. La espaciosa habitación estaba muy bien decorada, reflejando el gusto exquisito de Hannibal por la elegancia y la sofisticación. Los tonos cálidos de la madera armonizaban a la perfección con los colores suaves de los tapices, creando un ambiente acogedor pero refinado.

El entrepiso, donde se exhibía con orgullo su extensa colección de libros, se alzaba majestuosamente y era accesible mediante una escalera.

La estancia estaba adornada con diversas pinturas que deslumbraban en las paredes, sumando una capa adicional de arte a su entorno. Estatuas decorativas ocupaban estratégicamente lugares destacados, dotando al espacio de una atmósfera única y rica en detalles

Hannibal limpió el marco de fotos que exhibía una imagen de su graduación, donde Will aún era joven y maleable. En la fotografía, el niño tenía una hermosa sonrisa infantil, capturando la inocencia que Hannibal recordaba con nostalgia. Observó al niño en la imagen y contuvo un suspiro antes de colocar la fotografía en el escritorio 

El aura del lugar parecía resonar con la ausencia de Will, un vacío que Hannibal no podía ignorar. Extrañaba a Will. Habían transcurrido siete meses desde que Will partió temporalmente de Baltimore y un mes desde que cumplio diecisiete años, un evento que Hannibal lamentablemente no pudo compartir con él. 

Unos meses despues del cruel asesinato del administrador de su edificio de apartamentos, Will se había vuelto nervioso y paranoico. Su dulce chico, en un momento de fragilidad, sufrió un ataque de pánico, llorando presa del miedo. En su mente, todas las muertes a su alrededor eran su culpa, un peso que lo consumía.

En ese momento de vulnerabilidad, Hannibal estuvo allí para él, ignorando el hecho de que fue el propio Hannibal quien desencadenó ese ataque de pánico.

Cuando las emociones y pensamientos se volvieron insoportables, Will tomó la decisión de huir, o más bien, de tomarse un tiempo para sí mismo. La necesidad de alejarse de la espiral emocional y los eventos trágicos que lo rodeaban impulsó a Will a alejarse de todo lo que le recordara a la oscura sombra de su realidad.

La decisión de dirigirse a Luisiana para visitar a su abuela paterna durante un año se convirtió en la única vía de escape de Will. El chico pensaba que el Destripador no lo encontraría allí. 

No le dijo a nadie el verdadero motivo para irse aLuisiana, parte de Hannibal, Will no le había contado a nadie sobre sus sospechas de que el Destripador estaba detrás de el.

En medio de balbuceos y sujetando a Max contra su pecho, Will se despidió de Hannibal, aunque se esforzó por asegurarle que volvería. Ni siquiera le permitió a Hannibal acompañarlo hasta la casa de su abuela. El chico partió con Max a cuestas y dejó la enorme casa de Hannibal aún más fría, con el eco de la ausencia de Will resonando en cada esquina. Los primeros días sin Will resultaron insoportables, y las semanas parecían un infierno. 

El sonido firme y rítmico de los tacones resonando contra el pulido piso interrumpió los pensamientos de Hannibal.

—Creo que este lugar es bastante espacioso —dijo la mujer desde el entrepiso de su oficina—. Es un ambiente donde deseas que tus pacientes se sientan seguros y libres, o al menos eso es lo que deseas que piensen. Este lugar parece diseñado para tu propia comodidad.

Promesa Eterna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora