Will estaba nervioso; era la primera vez que asistiría a una escena del crimen acompañado por su mentor y maestro, el detective Nolan.
Nolan Price, un hombre de unos cincuenta años, irradiaba autoridad y experiencia. Su reputación en la investigación de homicidios era excepcional y su mera presencia inspiraba respeto en todo el departamento. Will estaba feliz de que el hombre decidiera tomarlo como pupilo.
—Debes prepararte, Will. Sé que es tu primera vez en una escena del crimen, y esta en particular no debería ser la adecuada para empezar... Pero el Destripador de Chesapeake ha vuelto con una nueva racha, y realmente me gustaría conocer tu opinión —dijo el detective, encendiendo el cigarrillo que sostenía entre los labios—. En todos mis años que llevo en la policía, nunca he conseguido estar cerca de atrapar a este maldito
Habían transcurrido unos meses desde que Will se unió a la policía, y ahora, con diecinueve años, se dedicaba principalmente a patrullar las calles y a atender denuncias rutinarias. Hasta ese día. Sería su primera incursión en una escena del crimen, y no cualquier escena, sino una del Destripador de Chesapeake.
El Destripador había estado inactivo durante unos meses, pero ahora regresaba con una nueva ola de terror. Dos nuevas víctimas habían sido encontradas, dispuestas de manera macabra según los detalles que les habían proporcionado.
El detective detuvo el patrulla en el lugar indicado y salió del vehículo, seguido de cerca por Will. Se dirigieron hacia la pequeña plaza al aire libre, un lugar que solía ser frecuentado por parejas, ahora estaba rodeado por policías y cintas amarillas que delimitaban la escena del crimen, impidiendo el paso a los transeúntes curiosos.
—Prepárate, chico. Esta escena es... muy difícil. Podemos irnos si quieres
—Estoy listo.
Will estaba decidido a aprender y demostrar su valía en el campo.
Aunque había consultado en un par de casos desde que se unió a la policía, siempre lo había hecho a través de fotos o evidencias.
A medida que se acercaban, el penetrante olor a sangre se intensificaba, mezclándose con la suave brisa matutina y el fresco aroma de los árboles que rodeaban la plaza.
En el centro de la plaza, donde estaba una gran fuente, se desplegaba la escena macabra. Will sintió cómo la bilis ascendía por su garganta al presenciar el horror ante sus ojos.
Dos hombres yacían en posiciones grotescas e imposibles para cualquier cadáver. Estaban cubiertos de cera, una capa que los mantenía inmóviles y estáticos en sus posiciones. Su piel estaba quemada y su rostros desfigurados gracias a la cera caliente
El primer hombre estaba arrodillado, tenía el pecho abierto, desgarrado sin piedad, y en lugar de un corazón había un ramo de rosas blancas, ahora teñidas de rojo por la sangre
El segundo hombre, sentado en el borde de la fuente, sostenía en sus manos un corazón humano, mientras su rostro permanecía oculto tras un velo.
—El pecho del hombre sentado está suturado. Creemos que el asesino extrajo los órganos del primer cadáver y los colocó en el segundo, llevándose consigo los órganos del segundo hombre: el corazón, los pulmones y el hígado —dijo el detective, cuya voz se desvaneció lentamente.
El péndulo osciló frente a los ojos de Will, moviéndose de un lado a otro con una cadencia hipnótica. Una, dos, tres veces, antes de que la presencia de la policía se desvaneciera y Will se sumiera en la piel de otro, observando la escena con una claridad casi sobrenatural. Caminó con paso firme hacia los cadáveres, rodeándolos con una mirada penetrante antes de retroceder para contemplar la escena en su totalidad.

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Promesa Eterna
FanfictionHannibal Lecter es un niño que perdió todo lo que le importaba a una corta edad. Mientras intenta reconstruir su vida y atormentado por los fantasmas del pasado, es cautivado por un curioso infante. Will Graham acaba de mudarse a Francia con su pad...