A Lee Minho nunca le han faltado las mujeres, pero cuando se enamoró de Migyung, no quiso formalizar con nadie, ya que ninguna lograba despertar lo que ella con sólo una sonrisa. A pesar de que ella estaba casada con su amigo Jisung, aún la amaba, a...
Esta noche no es cómo cualquier otra, de alguna u otra forma el recuerdo del que fue mi novio por tres largos años inunda mis pensamientos.
Al llegar a casa Leebit me espera mordiendo su canasta favorita tan entretenido que no se percata de mi presencia, por lo que paso directo a darme un más que necesario baño. Me sumerjo en el agua que se acumula en la tina, dejando atrás todo rastro de aquel momento con el señor Lee, al menos eso creo, hasta que comienzo a asearme y un leve dolor me distrae.
- Auch - me reviso y tengo pequeños círculos algo rojos por mis muslos y caderas - genial.
Ahora no sólo tengo que tratar de olvidar lo que viví hoy, sino también mi cuerpo me lo recordará los próximos días. El nudo en mi garganta se hacía más grande a cada segundo al recordar cómo me puso en mi lugar, tratándome tan frío injustificadamente.
Jamás pensé en qué pasaría si me besaba y ahora debía lidiar con su rechazo.
No debí hacerlo.
Cuanto me arrepiento ahora.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi fin de semana fue esconderme en casa, no cogí el móvil en estos días, no queriendo saber de nadie. Pensé que me había afectado demasiado la situación, pero justo hoy que vuelvo a trabajar noté que me había llegado el periodo, por lo que culpé a las hormonas por mi estado de ánimo tan sensible, al menos me sirve para aliviar un poco la aparente carga emocional que llevo a cuestas, y de la que no quiero pensar en absoluto, por lo que la excusa sirve para engañarme a mí misma.
A pesar de lo que pasó, decido no derrumbarme por eso, por lo que no le daré oportunidad al señor Lee de pensar que no sé jugar. Quizás piensa en mí como una chica inmadura, pero también soy una mujer.
Decido ponerme una falda entallada, con zapatos de tacón. Jamás es demasiado cuando se trata de levantarse de nuevo y plantar cara y acudiré a todos los recursos que me sirvan para darme porras.
Al llegar el ascensor a la planta, me encuentro con la hermosa sonrisa de Lia.
- Eunji, extrañaba verte llegar tan temprano - se acerca y la abrazo con alegría.
- También me agrada estar de vuelta - es mi primer trabajo y no querría que se terminara tan rápida mi carrera aquí.
- Y vaya que quieres dejar a más de uno con la boca abierta - me codea.
- No digas eso - escondo mis mejillas tras mis manos porque empezaba a cuestionarme si hice bien.
- No seas tímida, te ves genial - me guiña un ojo y se ubica en su lugar tras la recepción.
- Gracias Lia - me despido yendo a mi lugar de trabajo.
Apenas y dejo mi bolso con lo necesario cuando la señora Sung llega en mi búsqueda.
- Eunji, linda que gusto verte - me abraza y me acurruco en su calidez - el señor Lee me dijo que tuviste unos problemas, pero no dijo cuándo volverías.