A Lee Minho nunca le han faltado las mujeres, pero cuando se enamoró de Migyung, no quiso formalizar con nadie, ya que ninguna lograba despertar lo que ella con sólo una sonrisa. A pesar de que ella estaba casada con su amigo Jisung, aún la amaba, a...
- Huyes como un bebé - sus puños protegen su rostro mientras me espera.
Ambos somos todo sudor y respiraciones agitadas luego de boxear por casi una hora.
- No me golpees al rostro, después pensarán que estuve en una pelea callejera - Chan ríe fuerte y yo aprovecho de regular mi respiración.
- Son europeos, les dará igual.
- Aun así, no quiero poner en riesgo la negociación por estupideces - baja la guardia.
- Está bien, pero al regreso... debemos continuar - Chan siempre era demasiado competitivo y no descansaba hasta que fuera una lucha con un claro ganador, lo que no podría interesarme menos.
- Sí, como digas.
Ambos recogemos nuestras cosas y luego de asearnos, salimos juntos del gimnasio, charlando.
- ¿Cómo estás por el viaje?
- Lo mismo de siempre, ya sabes.
Generalmente dormía en viajes muy largos porque mi miedo las alturas, así que iba preparado en estas situaciones para relajarme y no centrarme en la ansiedad del momento.
- Ajá - se acerca su carro para irse - ¿Quieres que te lleve a casa?
- Caminaré.
- Como quieras, nos vemos entonces.
Me despido de Chan y aprovecho de hacer una parada en el camino, donde no me puede acompañar.
- Buenas tardes, señor - agradezco llevar mascarilla, pensé todo el camino si era buena idea, pero si me cubro, con suerte nadie me notará - ¿le ayudo en algo?
La chica que atiende me observa algo intrigada, ya que no ve más que mis ojos bajo la gorra.
- Buenas tardes - escaneo el lugar rápidamente y me alegro de que no haya nadie más cerca - primero necesito saber si pueden enviar mi compra a una dirección... ¿mañana?
Pruebo a la chica que me observa con sorpresa y no la culpo, debe ser algo inusual, pero las compras en línea demoran muchos días y tengo algunas cosas en mente que necesitan rápida solución.
Mido su reacción, pero su expresión no es nada favorable.
- Podemos hacer el despacho, pero... mañana será difícil - reviso mi reloj y es tarde, no podré encontrar más opciones - claro que depende de lo que desee comprar.
¡Ja! claro, como no.
- Por el dinero no hay problema - me adentro en la tienda viendo qué llevaré y la adrenalina recorre mi cuerpo al ver todo tipo de posibilidades frente a mis ojos.
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- ¿Es broma? - Chan me abraza y el olor a alcohol lo acompaña - ¿Por qué te vas?
- Para que ustedes sigan celebrando - me aparto de él y busco entre mis cosas las llaves del carro.
