- ¿Qué haces?
- No te muevas ya casi termino.
- No sabía que eras un artista - señalo.
- Sólo cuando me inspiro.
El trazo de su lápiz provoca una carcajada la cual soy incapaz de contener.
- ¡Quedó chueco!
- No sé por qué te dejo hacer esto - río por la concentración que demuestra - no sé si tu arte pueda ser apreciada si decides dibujar en mi vientre.
- Un artista se inspira de formas misteriosas - sonríe con suficiencia - listo.
Me inclino a ver su "arte" y me quedo confundida al ver unas líneas rodeando mi ombligo.
- Te presento a Jureumi - ríe con gracia.
- ¿Jureumi? - intento darle forma, pero sólo veo trazos vagos.
- Los ojos, la nariz, sus arrugas, y... - me muestra cada una de ellas mientas la sonrisa no desaparece de su rostro, luciendo muy divertido por su ocurrencia - su boca - apunta mi ombligo, ocasionando cosquillas y me encojo de risa.
No pasó mucho tiempo para que Minho terminara sobre mí besándome ¿Cuántas veces hemos tenido sexo este fin de semana? Dios, no podría recordarlo, demasiadas.
Le dejo hacer lo que quiera en mi cuello, ladeando el rostro para darle más acceso, cuando abro los ojos hacia el enorme ventanal de su habitación me doy cuenta de algo.
- Está nevando.
- ¿Qué? - se separa de mí para comprobarlo por sí mismo.
- La primera nevada del año.
- Será mejor que pida un deseo, señorita Kim - dice mirándome fijamente y a pesar de ser repentino, sabía lo que quería.
"Desearía que alguna vez puedas ser capaz de sentir el amor, así como yo lo vivo contigo cada vez"
No tiene que ser conmigo, a pesar de amarte, no pido que seas sólo para mí, quizás seamos sólo la encarnación fugaz del deseo, y lo nuestro no sea para nada duradero, no puedo tener buenos deseos sobre ti, si es con egoísmo.
El pensamiento me deja un mal sabor de boca, el hecho de saber que es un amor no correspondido.
- Debo irme, se hace tarde - me ladeo en la cama, mirando como la nieve al caer difumina todo el horizonte en un blanco hermoso.
- Eso no pasará - se posiciona tras de mí, repartiendo besos en mi hombro mientras su mano traza mi silueta, acariciando mis caderas, bajando las sabanas para tener más acceso a mi piel, su tacto sacándome suspiros.
- Sabes que tengo que irme de todos modos - jadeo por sus atenciones.
- Dijiste que te irías al atardecer - su mano baja por mi vientre, acunando mi monte de venus en su palma - mi deseo fue que no anocheciera aún... te haré mía hasta que eso pase.
Una leve risa sale de sus labios y sonrío por sus ocurrencias, si los deseos funcionaran así, tú corazón y pensamientos serían míos.
- No querrás contradecir a la naturaleza - se burla mientras muerde el lóbulo de mi oreja.
De un movimiento rápido me volteo, quedando sobre él, quien parece sorprendido y bajo por su torso, besando su vientre, trazando un camino sobre su zona sensible, descendiendo a la parte de su cuerpo que reclama mi atención.
- Veamos cuánto aguanta, señor Lee.
ESTÁS LEYENDO
Limbo - Lee Know
Fiksi PenggemarA Lee Minho nunca le han faltado las mujeres, pero cuando se enamoró de Migyung, no quiso formalizar con nadie, ya que ninguna lograba despertar lo que ella con sólo una sonrisa. A pesar de que ella estaba casada con su amigo Jisung, aún la amaba, a...