Capítulo 45: Delirio

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Jisung pasa por mi lado directo hacia ellos y yo me mantengo en mi sitio, a pesar de todo, están bastante cerca, pero me digo a mi misma que este no es mi asunto, y lo mejor es mantener la distancia.

- Minho - saluda.

- Jisung ¿Qué tal? - este le responde con una sonrisa, la cual se desvanece al verme.

Mierda, ojalá no piense que lo sigo o algo así.

- ¿Qué haces aquí, Migyung? - esta se voltea y lo observa con una expresión nerviosa.

- ¿Qué no es obvio? salí a cenar con Minho.

El feliz Jisung que llegó, contrasta mucho con este hombre que exige explicaciones demasiado ansioso.

- ¿Cenar... no podía ser en la casa? - decido acercarme, dado que estaba llamando la atención de las pocas personas alrededor que lanzaban miradas furtivas, esperando el momento preciso para intervenir.

- ¿No puedo salir tampoco? - se defiende del ataque de su esposo.

- Sabes que no, las indicaciones del médico fueron claras, él dijo...

- Sé bien lo que dijo, pero ya me siento mejor y no estoy haciendo nada malo - se excusa.

Jisung tensa la mandíbula claramente ofuscado y me siento nerviosa por no saber qué hacer.

- Minho ¿por qué no me dijiste que saldrían a cenar? - reclama al otro demasiado severo.

- Yo... no sé Jisung, iba saliendo y Yunggie me llamó que estaba aquí esperándome, lo siento, de saber lo que pasaba, te habría dicho.

Jisung suelta una risa amarga y por su expresión sé que nada bueno viene.

- Eres una irresponsable Migyung, sabes que no sólo eres tú, la salud de nuestra hija corre peligro ¡Santo cielo! - aprieta los dientes para no gritar, fallando en el intento, ya que todos miran en nuestra dirección.

- Qué fácil es recriminarme por hacer algo que es natural para ti ¿sabes cómo me siento encerrada todo el santo día en casa, esperando que alguien tenga tiempo para mí? mi esposo sale a hacer las compras, a trabajar ¿y yo no puedo salir a cenar? ¡todos hacen su jodida vida mientras yo me quedo en una bola de cristal! - lágrimas se escapan de sus ojos y me parte el corazón, porque la entiendo como mujer, lamentablemente la maternidad es injusta para las mujeres, y Migyung lo está descubriendo por sí misma - no quiero dejar de ser quién soy sólo porque seré mamá.

Paso a un lado de Jisung y me hinco al lado de ella, tomando su mano.

- Tranquila, ten - le doy una servilleta para que limpie sus lágrimas - en casa tengo algunas revistas de tejidos que mamá me regaló cuando era una niña, siempre decía que tejer era muy útil - sorbe su nariz mientras centra su atención en mí - ¿quieres que vaya a visitarte y así podemos tejer juntas algo hermoso para la bebé?

Sorbe con su nariz y sus ojos se iluminan con esperanza.

- ¿En serio harías eso?

- Sólo si es lo que quieres.

Ella asiente mientras más lágrimas caen por sus ojos.

- ¿Lo prometes? - parecía una niña pequeña que se ilusiona con un panorama genial y se me encoje el corazón, ahora entendía muchas cosas, entre ellas, aquellas veces en las que nos iba a visitar a la oficina cuando trabajábamos hasta tarde con Jisung, con el único fin de no sentirse tan sola en casa.

- Claro que sí, pasaré a comprar algunas más, porque no sé en qué estado estén después de todos estos años - me encojo de hombros y ella sonríe - ¿mañana te parece bien?

Limbo - Lee KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora