Parte 3

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- Tranquila, aquí estoy - tenía miedo de dejarla sola, por lo que sin saber qué hacer, llamo a la enfermera quien acude de inmediato - apretó mi mano, ella me escuchó.

Intento explicarme, pero la emoción que siento me lo impide, no puedo coordinar ideas cuando su frágil agarre no me suelta. Estaba ansioso por verla, navegar en su mirada y hacerle saber que nada importaba, que estaré a su lado.

La enfermera comprueba las máquinas y revisa sus registros mientras la observo expectante.

- No se aflija si ella se mueve, sólo es un acto reflejo.

- ¿Reflejo? No, ella me sostiene, eso no puede ser involuntario.

¿Cómo podría hacerle entender algo que simplemente se siente?

- Responde a los estímulos que recibe, puede escucharlo, en el fondo está consciente - comprueba las máquinas y revisa, pero nada ocurre - aumentaré el sedante, que despierte y se vea así no sería bueno.

Asiento derrotado, me sentía tan pequeño frente a la voluntad de la vida que me enseñaba de la peor manera lo frágil y efímero que era todo.

- Y-yo, lo siento - me alejo un poco, pero sin soltar su mano.

La enfermera inyecta el sedante en su intravenosa y paulatinamente su fuerza se hace nula, hasta deslizarse de mi agarre, su mano cayendo a un lado, inerte, encogiendo mi corazón.

- Lo mejor será que descanse, le daré unos minutos para que se despida - agrega antes de salir.

El nudo en mi garganta impide que pueda decir algo, recién entré y ya tendría que irme.

- No te diré más cosas tristes, esperaré paciente para que mejores - acuno su gélida mano contra mi mejilla, extraño esa calidez que ya no estaba - yo... - ahogo un sollozo - lo siento tanto.

Cierro mis ojos, conteniendo las lágrimas que amenazan con salir nuevamente, aferrándome a su suave agarre. No, no puedo dejar que me veas así.

- Seré el soporte que necesites, por primera vez - me despido en contra de mi voluntad.

Beso su frente con pesar, no sé si me dejarían volver a verla, y la idea de que se quedase sola en este cuarto demasiado frío, prueba mi voluntad, querría arroparla entre mis brazos hasta que despertara de esta pesadilla.

- Estaré aquí todo el tiempo, esperando por ti.

Salgo rápido de allí con una oleada de emociones. Arrastro mis pies de vuelta a la sala de espera, con un profundo pesar, nuestra última conversación se reproduce en mi mente.

"Hiciste todo para tenerme, sin saber que incluso antes de que me miraras por primera vez ya era tuya"

"Me enamoré de ti, Minho"

"Estaba dispuesta a esperar por ti el tiempo que necesitaras, pensando que algún día podrías corresponderme... pero no fue así... jamás sería suficiente para ti"

Llego al baño y me encierro en él, me encojo en el suelo, mientras me abrazo a mí mismo, y me entrego a la profunda tristeza que contuve estos minutos, lloré de la impotencia de no poder hacer nada para cambiar el presente. No recordaba la última vez que lloré, pero ahora se sentía mil veces peor, mi cuerpo se sacudía ante los temblores contenidos de albergar este sentimiento, sentía un profundo dolor en mi pecho que me cortaba la respiración y a mi mente sólo venía la imagen de la chica que ha estado semanas luchando por su vida mientras yo le albergaba un odio injustificado.

- Perdóname, Eunji...




- Creí que te habías ido.

Levanto la mirada para encontrarme con el semblante cansado de la chica que me recibió, quien toma asiento frente a mí.

Limbo - Lee KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora