Capítulo 53: Final...

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Las horas pasaban y no encontraba consuelo, me la pasaba llorando, pensando demasiado, hasta que volvía a dormir por el cansancio esperando descansar, pero las pesadillas me perseguían, infinitas situaciones en las que buscaba respuestas o llegar a un sitio y de pronto todo era negro y despertaba sobresaltada.

- Dicen que el chocolate alivia las penas - Innie deja un tazón de chocolate caliente en la mesita de la sala.

- Gracias - respondo sin ánimo, sólo observando el vapor salir de ella en una danza elegante.

- Debes comer algo - se aleja a la cocina, y me acurruco en el sofá, refugiándome tras la manta.

En otro momento habría corrido a Innie de mi casa, deseando estar sola, pero ahora no tenía ni las fuerzas ni las ganas de hacerlo, en cambio sólo miraba la sombra de la lluvia caer contra la ventana.

Agradecía de alguna manera los días de tormenta, ya que mis sollozos eran silenciados por la lluvia incesante que chocaba contra el edificio. No había tenido suficiente, ni siquiera la punzada en mi cabeza dejaba de doler cuando me entregaba a la tristeza que me abraza desde que se fue, sin decir nada. Debía ser el punto final a toda esta jodida situación y ser sincero, pero no podía dejar de pensar que sólo fueron unos difusos puntos suspensivos, con el "continuará".

- Eunji, debes comer algo - insiste en plan hermano mayor.

- Si.

- Dices sólo si y no haces nada de lo que te digo.

- Ni tú tampoco - sorbo mi nariz - quiero estar sola.

De alguna forma, recibir atención, aunque fuera de Innie me tenía más sensible, y lo odio, si me dejara sola podría volver a pensar tranquilamente sin tener que excusarme por sentirme así, él no podría entenderme.

- ¿Para qué quieres estar sola? - toma asiento a mi lado con su café en mano - ¿para qué termines desapareciendo de tanto llorar por ese cabrón? olvídalo.

Estaba convencida de que, en algún punto terminaría aburrida de tanto llorar.

- No por eso tienes que estar todo el tiempo aquí conmigo.

- Claro que no, pero eso no impide que tú puedas acompañarme.

Lo miro feo, y niego rotundamente.

- Olvídalo.

- Olvídalo tú si piensas que te dejaré sola en esto, así que viste cualquier harapo de los que usas siempre y me acompañas al ensayo, faltan sólo unos días para el desfile.

El sólo hecho de pensar en todo lo que conlleva el dichoso evento, provocaría un dolor de cabeza nuevamente.

- El desfile ¿es este fin de semana?

- Así es.

- Mierda.

- Como la mierda te vas a ver si sigues desaguándote aquí, vamos.

Justo como pensé antes, no tengo ni las ganas ni la fuerza para debatir, al menos si lo acompaño, dejaría de molestarme por unos días y podría pensar en cualquier otra cosa que no fuese en Minho, al menos unos minutos sin reproches mentales, parece un buen panorama, justo ahora, lo necesito.

El lugar era una enorme galería de estilo industrial, algo fría y oscura, pero la pasarela atraía toda la atención, justo en el medio, los modelos coordinaban su caminar mientras observaba desde un rincón. Agradecía mi elección de usar lentes de sol para ocultar mis ojos hinchados, pero el mundo de la moda es raro en ciertos aspectos, yo usaba este accesorio como algo práctico mientras las personas pasaban por mi lado asintiendo.

Limbo - Lee KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora