Capítulo 36: Londres

561 48 6
                                    

Luego de cenar en el lugar acordado, todos estamos demasiado cansados por el largo viaje como para charlar tan despreocupadamente, por lo que comemos en silencio y luego de coordinar el día siguiente la ida a la oficina central de la Editorial, nos vamos cada uno a su cuarto.

El poco tiempo que estuvimos juntos, pude notar a la señorita Kim un poco más callada que de costumbre, la forma en que su mirada se perdía en un punto fijo en ocasiones, o cuando revolvía su comida en el plato como si no tuviera apetito me dejó pensando.

¿Le pasará algo? y de ser así, aún más importante: ¿Me lo contaría? En este punto creo que no merezco saber esa respuesta.

- Mañana será un nuevo día Lee Minho - me doy ánimos mirando el reflejo en el espejo antes de ir a dormir - céntrate en el negocio, que a eso vinimos.

Al llegar a un gran y lujoso edificio en el centro de la ciudad, nos encontramos con McCrory, un señor de avanzada edad, quién nos recibió amablemente.

Me mantuve al margen, diciendo que no hablo inglés y que Chan se encargaría de todo; sin embargo, lo entiendo a la perfección, un punto a favor para interactuar lo menos posible pero atento alrededor.

Apenas llegamos, recibió con especial aprecio a la señorita Kim.

- Señorita Eunji, tanto tiempo sin verla.

- Sólo un año Señor McCrory ¿Cómo está usted? - responde ella con amabilidad y una radiante sonrisa.

- Sólo diré que los años no pasan en vano, pero hacemos lo que se puede.

- No diga eso, luce muy saludable.

- Que así sea en el futuro - dirige la mirada hacia nosotros - Joven Lee.

Extiende una mano en mi dirección y respondo el gesto.

- Mucho gusto señor McCrory.

- Vaya, vaya ¡es bastante joven! - agrega alegre.

- Oh, gracias señor.

- Me sorprende, si tiene la edad de mi hijo, y ya tiene su vida resuelta, haciendo negocios a lo grande, un hombre con visión. Me agrada.

Me inclino, dándole las gracias por sus palabras, sin saber qué decir.

- Usted debe ser Bang.

- Así es, señor McCrory un gusto.

- Pero si son todos jovencitos, o tal vez el viejo soy yo - ríe por su propio chiste, relajando el ambiente - gustan algo de beber ¿café, té, agua?

Todos negamos y pasamos directo a una sala, donde nos espera una mujer alta, rubia y sumamente elegante junto a un chico rubio, con aire despreocupado y mirada curiosa. Apenas entramos pude ver que centró su atención en Eunji.

No me agrada en absoluto. Esto son negocios, no una cacería.

- Allan McCrory - se presenta como el hijo, junto a Ellaine, su madre y esposa del señor McCrory.

Al principio la charla se centró en cómo conoce a la Señorita Kim desde su tiempo en la universidad, donde él fue a dar un seminario. Su profesor la presentó como la mejor alumna de su generación, lo cual no me sorprende, ya que al igual que nosotros, quedamos encantados con sus habilidades. El señor McCrory le propuso venirse a Londres a trabajar en su empresa, pero ella declinó su oferta ¿Por qué lo haría?

Desvió mi atención a la señorita Kim, quién a pesar de su sonrisa cordial, deja ver un destello de incómodidad por la conversación. Para cualquier egresado, sería un sueño obtener semejante oportunidad; sin embargo, Eunji no aceptó la oferta y ahora sentía curiosidad de por qué no tomó el trabajo. Quizás en algún momento pueda preguntarle.

Limbo - Lee KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora