A Lee Minho nunca le han faltado las mujeres, pero cuando se enamoró de Migyung, no quiso formalizar con nadie, ya que ninguna lograba despertar lo que ella con sólo una sonrisa. A pesar de que ella estaba casada con su amigo Jisung, aún la amaba, a...
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Elegí un top ceñido al cuerpo, combinado a un short negro y unas botas sencillas, aunque el look es algo roquero, logré darle el toque justo de feminidad.
- ¿Vamos? - le indico a las chicas que ya estaban dando sus últimos retoques.
Las tres tomamos un taxi hasta el lugar, es sábado por la noche y hay mucha vida nocturna, por lo que nos encaminamos al lugar que suelen frecuentar las chicas: Inferno, un pub ideal para beber y bailar si es lo que quieres, con tres ambientes distintos, para todos los gustos.
Ya que no salgo mucho, esta es mi oportunidad de conocer a alguien que me llame la atención y darme el revolcón que tanto necesito.
- ¡Hola guapo! Queremos tres Somaek, la especialidad - Momo pide en la barra y el chico le responde con una sonrisa coqueta.
- Enseguida - nos sentamos y Dahy solo ríe por su comportamiento, debe estar acostumbrada.
- ¿Qué? La vida es una sola y no hay tiempo que perder - se defiende Momo de la mirada de reproche que le lanzo.
- Espero no tener que llevarte a rastras a casa y que vomites el taxi como aquella vez - mi hermana se burla de ella.
- Si tengo suerte, me iré con este guapo - nos deja lo shots al frente y unos vasos con cerveza.
- ¡Al fondo! - mis compañeras chocan sus shots y luego de mezclar ambos brebajes se lo beben sin dejar nada en el vaso.
- Wow - las miro anonadada - creo que necesito práctica.
- Si quieres te ayudo si es tu primera vez - un chico a mi lado llama mi atención.
- Prometo que aprendo rápido - lo observo con mi mejor sonrisa expectante mientras hace un giro de ambos vasos, algo más complicado de lo que hicieron las chicas, supongo que es su momento de lucir más interesante.
- Bebe - lo deja frente a mí, cuando aún se están mezclando y la cerveza burbujea en el vaso.
- ¡Al fondo! - las chicas me animan y lo bebo de un sorbo, hasta dejar el vaso sin rastro alguno.
- Vaya, que buena novata - me elogia el chico.
- Novata Eunji - le ofrezco mi mano con una sonrisa coqueta.
- Que lindo nombre - ¡Ja! qué cliché - Jay.
- Lindo nombre - no muy común, creo.
- Y buen bailarín - dice con una sonrisa, no eran cosas mías, se estaba promocionando - según dicen.
- La opinión de tu madre no cuenta - me burlo de él y ríe sonoramente.
- Me pillaste - se rinde.
- Lo que es yo, creo que estoy un poco oxidada - y vaya que era cierto, en más de un sentido.
