Limbo - Lee Know

Capítulo 32: Fuego

POV MINHO

Nos encontramos de camino a mi apartamento, ella está en el asiento del copiloto a mi lado con su corto vestido que se sube por sus exquisitas piernas y me es imposible no dar miradas fugaces, siendo consciente que va sin bragas.

Una vez aparcado en el estacionamiento, cruzamos miradas, sus labios entreabiertos en una respiración superficial me confirman que está tan afectada como yo, por lo que extiendo una mano, deleitándome con la suavidad de sus exquisitos muslos y muerde sus labios.

En un instante la cojo de la cintura y con su ayuda se posiciona a horcadas sobre mí, ambos nos hundimos en un beso necesitado, sus labios conservan el ligero sabor a fresa que me encanta, además de un ligero toque de alcohol, que se combina con el mío, lo que lo vuelve más que estimulante. Muerdo suavemente su labio inferior y levanto mis caderas para que sienta mi excitación a través de la ropa y gime contra mis labios.

- Aunque me encantaría hacerlo aquí mismo, deberíamos dejarlo para otra ocasión - pensaba cogerla y saciarme de ella de todas las formas posibles, pero aquí sería tan fácil dejar que acabe conmigo lo que arruinaría mis planes.

- Vamos - su voz en un susurro me parece tan jodidamente sensual.

Necesito de toda mi voluntad para salir del carro y no poseerla ahí mismo.

De pronto el ascensor es tan pequeño para nosotros dos, a pesar de no tocarnos, conectamos miradas por el reflejo del mismo y ella comienza a jugar con su cabello, exponiendo su cuello, tentándome. No recuerdo haber estado tan excitado por una chica, pero... Maldición sí que lo voy a disfrutar.

Cruzamos la puerta y una corriente eléctrica de anticipación recorre mi cuerpo, aumentando mi más que incómoda erección de sólo saber que podría cogerla de todas las formas posibles.

- ¿Desea algo? - me dirijo al bar para servirme un vaso de whisky, dándole algo de tiempo, ya que, quién jugará ahora, seré yo.

- Si - su voz es apenas audible, me volteo para continúe y el sonrojo en sus mejillas es tan jodidamente caliente - hágame suya... por favor - su petición me deja satisfecho.

Me acerco a ella bajando mi rostro y tal como pensaba, sus pezones erectos son visibles a través de la tela, con mis dientes atrapo uno suavemente y ella se retuerce ahogando un gemido.

Me arrodillo frente a ella, sus contorneadas piernas se ven aún más apetecibles en esos altos tacones, con mis manos, subo su vestido dejando su monte de venus totalmente expuesto frente a mí.

- Mierda - la erección ya comienza a doler, pero me concentro en que serán sólo unos minutos.

- ¿Está bien? - su voz agitada es adorable.

- Dígame usted: le dije que no me gusta compartir lo que poseo y aun así le ofreció un espectáculo a un desconocido - le reprocho mientras mi dedo descubre la humedad de su excitación.

- ¡Oh sí...!

- ¿Si? - saco mi empapado dedo y ella parece confundida.

- No, no señor - sonrió con suficiencia y continuo con mis planes.

Apoya su espalda en la pared y levanto una pierna sobre mi hombro para darme más acceso.

- ¡Si, si! - me empuja contra su vulva y saboreo sus pliegues, tan listos para recibirme en cualquier momento.

- ¿Lo disfruta? - soplo superficialmente en su más que mojada vulva y ella se estremece.

- Si... si señor Lee - su mano en mi cabello en una caricia demandante y mi nombre entre sus labios me llevan al límite.