Sólo eran niños [Draco Malfoy]

Año 4 - 58.

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—"Recuérdame, ¿por qué no podíamos cambiarnos de vestido?".

Astrid puso los ojos en blanco mientras se apoyaba en una estatua con los brazos cruzados.

—"Daph, tú más que nadie deberías entender que una noche elegante requiere un atuendo elegante".

—"Ninguna de nosotras conoce un hechizo de calentamiento. Vamos a morir congelados", —habiendo dicho eso Daphne se ajustó más la bufanda alrededor del cuello, colocándose también la capucha del abrigo sobre la cabeza como último recurso para mantenerse caliente.

—"Seguro que Granger lo sabe", —Astrid se encogió de hombros fingiendo no notar las miradas repentinamente suspicaces de sus dos amigas.

—"¿Granger?" —Cuestionó Daphne simultáneamente con Rosier: —"¿Qué tiene que ver eso con Granger?".

—"Yo la invité".

—"¿QUÉ?" —exclamaron las dos, intercambiando luego una furiosa mirada confusa.

—"La chica se sentía miserable. No podía dejarla allí".

—"Claro que podías dejarla allí. No hablamos con los Gryffindors",— Rosier estaba furiosa.

—"Hablas con los gemelos Weasley", —Daphne enarcó una ceja y Astrid soltó una risita.

—"¡No viene al caso, Greengrass!".

Astrid suspiró volviendo a su explicación. —"Pensé que podría ser más divertido condimentar nuestra dinámica. Además, tengo curiosidad por saber qué pasó. Estoy segura de que Rosier lo averiguará enseguida. Y no sé... Tengo la sensación de que sus problemas tienen algo que ver con los chicos, ya que sollozó justo cuando mencioné que era la cita de Krum, así que supuse, Daph, que le vendría bien un poco de tu energía antihombres".

Las cejas rubias de Daphne se fruncieron en señal de ofensa mientras cruzaba los brazos inclinándose hacia atrás.

—"No soy antihombres",— exclamó, —"¡me encantan los hombres!".

Rosier resopló divertido, llamando la atención de la rubia. —"Daphne, tu ídola es Yemaya Zabini".

Daphne entrecerró los ojos con suspicacia. La chica sabía mejor que nadie cómo era aquella mujer. Y aunque sus maridos habían muerto de forma bastante misteriosa eso no significaba que fuera antihombres. De hecho, le gustaban mucho. Y casi todos. No se podía culpar a una chica que buscaba las cosas buenas de la vida.

—"No sé qué quiere insinuar con esto", —Daphne miró hacia otro lado con la barbilla alta.

Rosier y Astrid intercambiaron una mirada y luego soltaron una risita.

Pasaron unos segundos antes de que oyeran un ruido sordo y una puerta que se abría. Las chicas se congelaron un momento, esperando lo peor, pero se relajaron en cuanto Hermione Granger entró en su campo de visión.

Personalmente, la chica de pelo espeso no tenía ni idea de qué demonios estaba haciendo en ese momento.

—"Hola", —las saludó con cierta timidez y Astrid y Daphne le devolvieron la sonrisa, mientras Rosier permanecía indiferente como siempre.

—"Hola", —dijo Astrid, dándole un codazo a Rosier para que murmurara un saludo también.

—"Hola, cariño", —sonrió Daphne poniendo su voz de "estoy fingiendo que somos amigas" y Astrid tuvo que luchar contra el impulso de burlarse de ella. —"A Rosier y a mí nos encanta tu vestido. Uno de los mejores de esta noche, de verdad".