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•Dolor y más dolor•

Entre besos húmedos y jadeos se encontraban el alfa y el beta, después de una larga plática donde discutían cualquier tontería habían llegado a esa posición.
Tawan sobre el escritorio y Vegas posicionado en medio de sus piernas mientras ambos se comían sus bocas.

El beta podía sentir su cuerpo reaccionar ante los toques y estimulaciones, se sentía caliente y deseoso de más.

Vegas, por su parte, intentaba con toda su fuerza concentrarse, tocaba el cuerpo del chico tratando de convencerse de que se trataba de él, pues sin poder evitarlo, imágenes de la noche en la que marcó a Pete llegaban a él, de una manera en la que no se podía controlar.

No siquiera su cuerpo había reaccionado, no se sentía excitado en lo más mínimo, pues su mente no estaba con tawan en estos momentos, puede que su cuerpo sí, pero este no respondía a los toques.

El beta gemía descaradamente en su oreja, sintiendo como los besos del alfa bajaban a su cuello, lamiendo y mordiendo la sensible zona.

El sí lo disfrutaba, lo estaba gozando, no importa cuantas veces lo hayan hecho, siempre se sentiría como la primera vez, esa ocasión donde había puesto un líquido en la bebida del alfa para llevarlo a la cama, para su suerte le había funcionado, aunque al siguiente día haya tenido que lidiar con el llanto del alfa al sentirse culpable.

Pero para su suerte los problemas iniciaron en el matrimonio de Vegas y como deseaba el alfa volvió.

Dos años de completo placer, pero también de discusiones y enojos cada vez que le pedía a Vegas que dejará al omega para estar con él, y hacer pública su “relación” Pero, sin embargo, este siempre se negaba poniendo de escusa que Pete era su omega y si lo dejaba su lobo moriría.

Vegas empezaba a cansarse y hasta incomodarse, era inútil, si su cuerpo no había reaccionado con eso no lo haría con nada.

Lentamente, se separó del chico, el cual se quejó y extraño por su acto.

— ¿Qué ocurre? ¿Por qué te detienes? — mencionó mientras lo tomaba de la corbata impidiendo que este se alejara.

— Nada, en realidad, solo ya no quise seguir —  mencionó de forma seca.

El beta frunció el entrecejo, molesto volvió a jalarlo para que quedara de nuevo en la misma posición, solo que esta vez rodeando su cuello con sus manos y su cintura con sus piernas, para que este no se alejara.

— Como que no quisiste seguir, ¿y eso a que se debe? —

Vegas suspiro un poco cansado de la situación y de tener que dar explicaciones — Ya no importa — Vegas no quería aceptar que cada vez que tocaba a Tawan se imaginaba a Pete, eso era raro y a la vez también estresante.

En un movimiento rápido y al ver que Vegas no respondería lo volvió a besar, un beso húmedo y exigente donde incluso mordió su labio inferior.

Vegas estaba por alejarlo, no importando si usaba más fuerza de la necesaria, pues Tawan se aferraba a él como un koala.

Entonces la puerta se abrió de golpe, provocando que ambos se separaran inmediatamente, pero lo que causó una bomba dentro del alfa fue ver a Pete parado en la entrada.

Vegas quedó paralizado estaba en shock, sin saber cómo reaccionar, ¿qué hacía Pete ahí?

Las lágrimas no tardaron en salir de los ojos de Pete, su mano fue directo a su boca, la cual dejó salir un sollozo lastimero.

Ver a su esposo besar a otra persona que no era él provocó una horrible punzada en su pecho, no podía creer lo que estaba viendo, suplicaba que solo fuera una horrible pesadilla.

Un incómodo y horrible silencio reinó por unos minutos en el lugar, Pete observaba a Vegas con el rostro bañado en lágrimas y una mirada llena de dolor y tristeza.

¡Es tu culpa, ahora nuestro omega nos odiará!! Su lobo lloraba.

Tawan veía incómodo la situación, como si él no tuviese nada que ver ahí.

— P-Pete puedo explicarlo — su voz temblorosa y su expresión preocupada.

Ahora todo tenía sentido, ahora entendía las llegadas tardes a casa, la falta de amor y atención, las miradas frías y serias. Pete se sintió un idiota al no notar las señales, Vegas no solo lo había traicionado, sino que también se había burlado de él en su cara.

La vista era borrosa a causa de las lágrimas y su respiración errática, cerró los ojos y las lágrimas se deslizaron por todas sus rosadas mejillas.

Vegas arreglo su ropa e intento caminar hacia Pete, en ese momento tenía unas ganas inexplicables de no dejarlo ir y explicarle, ¿aunque que podría explicar?, no tenía justificación lo que había hecho.

— N-no te acerques — lo detuvo, los sollozos de Pete provocaron que su voz saliera inestable.

“No llores, omega, no lo valemos”

El lobo de Vegas se sentía morir, le partía el alma ver a su omega en ese estado, se sentía culpable por no haber evitado todo esto desde el principio.

No lo soporto más, ya no quería seguir mirando esa cruel escena, Pete salió corriendo sintiendo cómo su mundo se derrumbaba, no le importó escuchar los gritos de Vegas llamándolo, ni que este viniera detrás de él.

Vegas corría detrás de Pete, sin importarle el escándalo que estaban armando, todos veían la escena como si de un espectáculo se tratara.

Pete podía sentir que el aire escapaba de su sistema, y las lágrimas dificultaban su vista, podía sentir las miradas de todos, pero a estas alturas nada le importaba, solo quería salir de ahí.

Salió del lugar y sintió el aire frío golpear en su rostro, se sentía mareado y abochornado, no fue consiente de la luz Roja en el semáforo antes de cruzar la calle, lo último que pudo escuchar fue el grito desgarrador de Vegas llamando a su nombre antes de sentir como algo terriblemente fuerte impactaba contra su cuerpo y todo volviéndose negro.

Todo fue en un segundo, en un abrir y cerrar de ojos.

Vegas presenció cómo el débil cuerpo de su omega era levantado por los aires hasta impactar contra el duro suelo, segundos después el frenazo del auto, llamando la atención de todos los presentes, sintió como la sangre escapaba de su cuerpo y sus piernas temblar ante lo que sus ojos acababan de ver.

— ¡¡PETE!! — su grito que deja aturdidos a todos, sintiendo como dañaba su garganta.

Corrió y se deja caer para tomar el cuerpo inerte e inconsciente del omega, siendo cuidadoso y tratándolo delicadamente, las lágrimas no tardan en aparecer, su pulso es acelerado y su corazón bombea tan fuerte, temeroso y sintiendo un miedo horrible busca el pulso del omega rezando a todos los dioses que existieran e incluso a los que no para que el castaño siguiera respirando.

— ¡¡¡SÁLVALO, SALVALO!!! — su lobo arañaba y se retorcía del pánico y miedo.

— P-Pete por Dios, abre los ojos, te lo s-suplico — habló entre sollozos — Pe-pete Pete — Lo llamaba, pero lastimosamente el omega ya no podía escucharlo.

Chicxs, surgió un problema y sin querer borré el capítulo 24

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Chicxs, surgió un problema y sin querer borré el capítulo 24. De ahora en adelante estaré subiendo los capítulos nuevamente. Ahora mismo me odio por ser una idiota. Resulta que estaba haciendo correcciones en algunos capítulos y había puesto un video en el capítulo 24 y lo quise borrar pero no me fije al momento cuando hice clic en borrar por favor perdónenme 😭🙏

no me deseches [Vegaspete Adap.]  [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora