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•Confesión•

— Pete, aquí está la orden de la mesa tres — rápidamente toma el pedido y sale de la cocina. Hoy habían tenido un día tranquilo, había clientes, pero no habían sido tan frecuentes como lo era normalmente.

Con una sonrisa entregó la orden, y limpio las mesas que en estos momentos estaban vacías, pero quería asegurarse que no tuvieran polvo o alguna mancha de comida.

Miro por la puerta transparente notando que el día era fresco, un poco nublado, pero no porque fuera a llover, estaba acostumbrado a este tipo de clima, en Tailandia era normal.

Se preguntó si Venice estaba bien abrigado, siempre había sido una lucha lograr que su pequeño berrinchudo hiciera caso y se abrigará como era debido. Camino hacia la bodega, quería sacar su teléfono para hacer una llamada y era el único lugar donde nadie lo veía.

Cuando estuvo adentro sacó su teléfono móvil, lo desbloqueo y buscó el número de Big, al tercer pitido escucho la voz del omega.

— Hola —

— Hola Big ¿qué tal están? — escucho un gritillo Infantil el cual reconoció perfectamente.

— Muy bien, Venice acaba de llegar del colegio, y está viendo una película en estos momentos — Escucho su voz.

— ¿Ya comió? — era la duda que estaba en su mente.

— Aún no, justo ahorita me encuentro preparando el almuerzo — Eso explicaba el sonido de la cocina encendida.

— ¿Lo abrigaste bien? — era su prioridad, la causa por la cual había hecho la llamada.

— Como siempre me dio pelea, pero luego que le dije que le diría a su padre alfa accedió de inmediato — Pete no pudo evitar la sonrisa, eso siempre funcionaba, aunque últimamente Vegas se estaba volviendo demasiado suave.

— Ok Big muchas gracias, llegaré un poco temprano, el día está calmado y puede que cierren más temprano de lo normal — dijo mirando a la puerta, fijándose en que nadie entrara, pues estaba en horas de trabajo y estaba prohibido sacar el celular.

— Está bien Pete, estaremos esperándote - escucho una risita a lo lejos Venice se debe estar divirtiendo.

— Adiós —

— Nos vemos —

Pete cortó la llamada, justo en ese momento iba entrando Henry con unas cajas en mano, noto que eran las bebidas y rápidamente se hizo a un lado, pues estaba justo en su camino.

— Estas cosas son más pesadas de lo que parecen — dijo después de colocarlas en su lugar.

— Lo son, ya me ha tocado cargarlas y en serio que lo son — le dio la razón al alfa, Pete guardó su celular y el alfa vio la hora notando que ya era la hora del almuerzo, ¿comerás aquí? —

— Creo que sí, Sami y Chay comerán afuera, pero prefiero no salir con este frío — noto la mirada del alfa y estaba de más decir que ya le empezaba a incomodar, pues empezó a notar como este lo trataba diferente que al resto, ni siquiera con sus compañeros era así de atento, Pete no quería tener que rechazar a nadie.

— Puedo invitarte a almorzar, por el clima no te preocupes, podemos tomar un taxi — siempre era lo mismo, ¿por qué ese afán? ¿Por qué solo a él?

— Y-Yo… No lo sé… — Pete no quería ser grosero, pero en serio esto le resultaba incómodo, al principio pensó que era normal, que el alfa solo estaba siendo amable, pero cuando pasaron las semanas las cosas ya no le parecieron tan normales, porque Henry parecía querer pasar con él todo el tiempo, y no es que su compañía le molestara es solo que no quería darle falsas ilusiones.

no me deseches [Vegaspete Adap.]  [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora