•Tócame•Pete se notaba verdaderamente emocionado y feliz, el brillo en sus ojos y su enorme sonrisa lo demostraban al mismo tiempo que recorría encantado los pasillos de la tienda llamada “sweet dream” Era una boutique que tenía ropa y accesorios para bebé.
Fue el mismo Porsche quien se la recomendó y justo en esos momentos se encontraba junto a él, pero no solo eran ellos dos, Venice se les había pegado, fue muy exigente cuando se le paró frente a su padre e infló sus mejillas en un puchero.
“Iré contigo, yo también quiero elegir ropa para mi hermanito” Para Pete fue imposible no traerlo, además que Big se había tomado unos días libres, no había con quien dejarlo.
— Venice, no te quedes muy atrás, dame tu mano — llamó el omega al darse cuenta de que su hijo se había quedado viendo unos gorritos hechos de lana colgados en uno de los estantes.
— Papi quiero uno de esos — apuntó con su dedito índice los gorros de distintos colores.
La vista de ambos omegas fue hacia dichos gorros, había de varios estilos, colores y tamaños, incluso tenían una pequeña etiqueta que decía a los cuantos meses de nacido se le podría poner al bebé.
— Pero nene, esos son para bebés, no te quedarán — habló suave para no lastimarlo, mientras tomaba su mano.
— ¡Pero yo aún estoy chiquito! —
Sus puñitos se apretaron mientras sus mejillas se volvían a inflar, quería un gorrito, cuando algo se le metía en la cabeza no había fuerza en este mundo que lo hiciera cambiar de opinión.— Venice no me alces la voz — no le gustaba cuando le gritaba.
La expresión enfurruñada de Venice se ablandó ante el suave regaño de su padre, pero su puchero siguió ahí.
— No puedo comprarlos para ti porque no te quedan, aún eres chiquito, pero los gorritos son para niños aún más chiquitos que tú, ¿entiendes? — habló suavemente, para no hacerlo llorar, pero no permitiría que le hiciera un berrinche por algo como eso.
— ¿Entendiste? — volvió a preguntar cuando no recibió respuesta.
— Si papi — dijo con la cara gacha.
— Eres un buen niño — beso su cabello sintiendo el olor a leche mezclado con el de Vegas, esta mañana la habían pasado juntos y de alguna forma el olor del alfa se le había impregnado al pequeño.
— Bárbaro Pete, ya quisiera yo poner así de quietos a mis cachorros — Porsche dijo observando la escena.
Pete se reincorporó sin soltar la mano de Venice y luego le sonrió a Porsche — Los hubieras traído — la presencia de los gemelos entretenía bastante a Venice, el trío era inseparable.
— No, Kinn perdió la apuesta, por eso los está cuidando él, déjame gozar mi premio — dijo mientras miraba sus uñas.
En ese momento se acercó una empleada — Hola, buscaban algo en especial, puedo ayudarles si gustan — dijo la chica, la cual vestía un uniforme con el logo de la tienda.
— No estoy seguro — Pete dijo algo apenado — Mi bebé aún no nace, ando viendo algo para qué usé sus primeros meses —
La mujer sonrió amablemente — Con gusto, ¿su bebé será niño o niña? — comenzó a caminar, siendo seguida por los omegas y Venice.
A una buena distancia de ellos, los guardaespaldas que había contratado Vegas también caminaron, siguiéndolos, estos para no llamar la atención vestían casualmente, como cualquier persona normal, pero bajo sus ropas portaban sus armas, las cuales no dudarían en usar si la situación lo amerita, eran órdenes de Vegas no perderlos de vista e informarle si algo no marchaba bien.
ESTÁS LEYENDO
no me deseches [Vegaspete Adap.] [En Edición]
Fanfic¿Qué pasa cuando el alfa se avergüenza de su omega, rechazándolo día y noche? El omega se siente solo, no logra entender porque es dejado de lado por aquel quien un día le juró estar para él en las buenas y en las malas. ❝No me deseches Vegas theera...