•Punto de partida•
Su mirada reflejaba todo el enojo y la ira que en estos momentos tenía, Vegas no podía estar hablando en serio, quién se creía para decirle todo eso.
— Tiene que ser una puta broma, tú no puedes estar terminando conmigo — se alteró y su voz lo confirmaba — ¿ahora serás el buen esposo que nunca fuiste? — río exageradamente — Qué harás con un esposo moribundo? Piénsalo bien Vegas, no estás en tus cabales —
El nombrado se encontraba a unos pasos de él, muy seguro de lo que estaba haciendo — Tawan sabes que jamás hubo un nosotros, es más, fue un error, uno que me traerá grandes consecuencias —
Tawan siguió burlándose — ¿Te estás escuchando? Seguramente estás actuando por lástima — apretó sus puños.
— No, esto es algo que debí haber hecho hace tiempo, pero fui tan ciego que tuvo que pasar todo esto para que la venda caerá de mis ojos —
— Y qué planeas, esperas a que tu esposo despierte, si es que lo hace, y luego hacer como si nada pasó, él te vio conmigo, ¿piensas que todo será igual que antes? No me hagas reír — Tawan sabía que tenía la razón, y vegas llevaba las de perder, tal vez se quede solo y volvería a él.
El beta era muy astuto, sabía muy bien dónde atacar para dañar a Vegas, y al parecer sus palabras dieron efecto, porque el semblante serio y frío del alfa cambio a uno más apagado y triste, como si lo que le hubieran dicho le hubiera dolido, incluso sintió pena.
Camino a paso lento hacia el alfa, ya más tranquilo y seductor, creía que tenía a Vegas en sus manos, creía que podía controlarlo, debido a que el alfa jamás le puso un alto, desde esa vez hace dos años cuando puso ese líquido en su bebida Vegas había caído ante él, tan obediente y manejable y eso lo hacía sentirse confiado.
— Admítelo Vegas, todo está perdido con ese niño — llegó a él pasando su mano delicadamente por su hombro, al ver que Vegas no decía o hacía nada continuó — olvídalo, sabes que siempre estaré para ti, fuimos hechos el uno para el otro, yo puedo darte todo lo que ese omega no ha podido darte en seis años — rodeó su cuello con su brazo.
Cuando pensó qué Vegas se dejaría hacer, y que no pondría resistencia alguna, cuando creyó que con sus palabras lo había amarrado de nuevo y darían fin a esa tonta discusión, la mano de Vegas lo volvió a alejar.
Sintiéndose aún más ofendido lo miro molesto, notando que esta vez tenía un brillo distinto en sus ojos, uno que jamás había visto en estos dos años.
Vegas podía comprender la manera en la que todo había cambiado radicalmente, se sentía tan incómodo con el beta cerca.
— Eres un tonto Vegas, te arrepentirás de esto — advirtió cabreado.
— Si claro que sí, no sabes cuan arrepentido, estoy de todo lo que pasó entre nosotros, de lo Imbécil que fui, porque perdí a una persona que vale mucho, y sí, tienes razón, ya nada será igual, no merezco el perdón de Pete, tal vez vuelva hacer su vida y encuentre a alguien más, alguien que lo valore como yo jamás lo hice — Vegas no lo demostraba, pero sus propias palabras se sentían tan crueles — sin embargo, lo de nosotros fue y sigue siendo un error, uno del que me arrepentiré toda mi vida.
Vegas dijo decidido, nada lo haría cambiar de como ahora veía las cosas.
— Morirás Vegas, si Pete encuentra otro alfa morirás, incluso si él no resiste y muere también lo harás, de todas maneras estás muerto — Contraatacó sin compasión alguna.
Vegas se quedó en silencio unos segundos, analizando las palabras del beta, era verdad, no tenía opción, el mismo había cavado su propia tumba, las consecuencias de sus actos iban a hacer caras, Jamás se detuvo a pensar que sería juzgado de esa forma, tal vez era un castigo de la misma madre Luna por haber Tratado tan mal a su pareja destinada.
— Eso ya no es asunto tuyo — quería dar por finalizada la plática, al igual que esa etapa de su vida — No te despediré porque sería poco profesional de mi parte, pero ya no trabajaras para mí, hoy mismo pienso asignarte otro jefe — se dirigió hacia la puerta para seguidamente abrirla — buena suerte Tawan —
El beta ya no pensaba seguirse humillando, ignoró las lágrimas de rabia que le dificultan la vista — fingiré llanto en tu velorio — dicho esto caminó hacia la salida y salió dejando al alfa con miles de emociones.
Cerró la puerta y camino hacia la silla junto a su escritorio, suspiro cansado y apoyó sus brazos en el mueble y cubrió su rostro con sus manos, sintiendo lo frustrado que estaba.
Deseaba tanto que Pete despertara, pero le asustaba lo que fuera a pasar después de eso, Pete odiándolo y pidiéndole el divorcio, la simple idea le aterraba, de todos modos pasaría, solo tenía que irse haciendo a la idea.
El día transcurrió lento para Vegas, entre papeles y gráficos, los cuales había terminado de milagro. De nuevo había llamado a Porsche para que cuidara a Venice, ya que para él había sido imposible.
No quería descuidarlo, estaba considerando los días libres, también quería estar más al pendiente de Pete.
Se sentía cansado tanto física como emocionalmente, el suspiro tembloroso era nuestra de ello, podía sentir a su lobo, sin embargo, este se mantuvo quieto y callado en todo el día, en el pasado solo reaccionaba con Pete cerca, ahora solo lo hace de milagro, ya que ni siquiera está su aroma para llamar su atención.
Estaba guardando sus cosas cuando un toque en la puerta lo distrajo, con un simple "adelante" Esta se abrió lentamente.
Erika, una omega de avanzada edad y la que se encargaba de la limpieza, entró con sus herramientas de trabajo.
— Joven, Vegas vengo hacer la limpieza general en su oficina, ¿me da permiso de iniciar ya? — pregunto amablemente la mujer.
— Claro, justo estaba por irme — terminó de recoger sus cosas del escritorio.
Sin querer, una idea vino a su mente — Erika... Puedes explicarme como hacer pancakes —
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no me deseches [Vegaspete Adap.] [En Edición]
Fanfiction¿Qué pasa cuando el alfa se avergüenza de su omega, rechazándolo día y noche? El omega se siente solo, no logra entender porque es dejado de lado por aquel quien un día le juró estar para él en las buenas y en las malas. ❝No me deseches Vegas theera...