no me deseches [Vegaspete Adap.] [En Edición]

28

•Nuevos retos•

La prueba que estaba teniendo Vegas Theerapanyakul no estaba siendo nada fácil, tener que levantarse más temprano, ayudarle a Venice a vestirse y peinarse, preparar el desayuno, eran cosas nuevas para él, ahora valoraba el esfuerzo y trabajo que Pete realizaba y que él simplemente había notado.

De todos modos no había pegado el ojo en toda la noche, el temor de que en cualquier momento recibiría una llamada del Hospital diciéndole que Pete no había resistido, no lo había dejado dormir.

Tenía ojeras bajo sus ojos, si no hubiera sido por el baño que se acababa de dar cualquiera pensaría que estaba enfermo debido a su palidez, se veía incluso más demacrado.

Se encontraba parado en la cocina con la sartén en su mano y sin ninguna idea de que hacer, jamás se había molestado en asomarse y dar un vistazo cuando Pete cocinaba y ahora se arrepentía.

Venice estaba hambriento, ayer cenó en casa de Porsche, por lo tanto, no había cocinado ni siquiera para él, pues no había tenido apetito, pero ahora la situación era diferente, se veía en la obligación de alimentar a su hijo, y no sabía por dónde empezar.

A Venice le encantaban los pancakes, Pete se los preparaba todas las mañanas, pero Vegas no tenía una idea de cómo se hacían, tampoco tenía tiempo de ver un tutorial, miro al cachorro quien lo observaba sentado desde el comedor.

Bueno, por ahora no podría prepararle sus dichosos pancakes, pero tampoco lo dejaría aguantar hambre, buscó en el refrigerador todos los ingredientes para preparar unos sándwiches y un poco rápido por el tiempo le hizo dos al pequeño.

Vegas no tenía hambre, pero tenía que comer algo, ayer solamente había desayunado, pero en el resto del día no había ingerido alimento y su cuerpo se lo exigía.

— Perdón Venice, por hoy no puedo hacer tus pancakes, pero te prometo que aprenderé — mencionó con pesar, se sentía tan inútil en estos momentos, ni siquiera podía prepararle algo tan sencillo a su hijo, eso lo deprimió aún más, pero la respuesta de Venice solo lo hizo convencerse del Ángel que tenía por hijo.

— Está bien papá Vevs, podemos aplender los dos juntos, para que cuando papi mejore ambos le pleparemos muchos pancakes — dijo de forma tierna, Vegas no sabía qué había hecho para merecer un niño como él, sin duda tan idéntico a Pete.

— Me parece perfecto — dijo Vegas con una sonrisa débil en su rostro, porque sabía que después de que Pete mejorará ya nada sería igual entre ellos.

Después de dejar a Venice en el colegio manejó hacia el hospital, estaba ansioso por saber cómo había seguido Pete, podía sentir a su lobo también, los dos estaban nerviosos, pero rogaban a la Diosa Luna por qué el omega haya mejorado.

Vegas no podía pensar en otra cosa que no fuera el castaño, conforme avanzaba podía escuchar el palpitar acelerado de su corazón, de nuevo esa sensación asfixiante, como si presintiera algo malo, sintió miedo de seguir avanzando y que el doctor le diera una terrible noticia.