•Punto y aparte•
El aire gélido golpeaba contra su rostro pálido, y sus manos tomaban las prendas con las cuales intentaba protegerse del frío sobrenatural que hacía esa madrugada, le dolían los pies mientras sus pasos tardos y dudosos se escuchaban resonar contra el pavimento de la calle desierta.
Las casas a su alrededor parecían deshabitadas desde hace años por el estado tan deplorable en el que lucían, el omega ignoro el retumbar en su pecho y siguió su camino atrapando su labio inferior entre sus dientes tratando de esta manera calmar su afligido corazón.
Macao había quedado atrás, se sentía solo y desprotegido, incluso si estaba siendo rastreado no era suficiente, tenía miedo y solo quería ir a casa, pero ya estaba ahí, tenía que ser valiente y acabar con todo de una vez por todas.
Sorbió su nariz y limpio sus lágrimas, pero como siempre estas no tenían intención de detenerse, al contrario, más descendieron por sus ojos cansinos siendo basadas por la fresca brisa nocturna.
A pesar de su desgracia, la Luna lucía hermosa, allá en lo alto, era como si lo cuidara aún en la distancia y Pete quería creer que pondría las cosas a su favor, que esta era su última prueba y que después de esto tendría su recompensa, lo necesitaba, no podía soportar más dolor, estaba cansado y quería descansar de su sufrimiento.
Como si no fuera suficiente con el silencio tenebroso de la oscuridad, el sonido repentino del celular le saco un susto espantoso que casi provoca que el corazón se le escape del pecho, pero no fue eso lo que hizo que su pulso fuera tan rápido, sino ver el nombre de Vegas en la pantalla, obviamente no se trataba de su esposo, a él ya le había quedado claro anteriormente.
Sabía que se trataba de Henry, lo que provocó que los nervios se incrementarán.
Cerró sus ojos solo un instante y con la mano temblorosa y helada llevó el celular a su oído, esperando escuchar esa voz desagradable que tanto odiaba.
— No llores cariño, me haces sentir como el malo de la historia —
Pete solo pudo maldecir en silencio por lo hipócrita que era y por el escalofrío que recorrió su cuerpo al saber que el alfa lo estaba observando desde alguna parte.
— Y-ya e-estoy aquí, hice lo q-que me pediste — su cuerpo tiritaba en una combinación de frío y llanto.
— ¡Bingo! Me encanta que me hagas caso y seas un bien chico, tendrás tu recompensa lo prometo —
Pete podía jurar que en estos momentos tenía una sonrisa molesta y desagradable en su rostro y pensar que fue tan ingenuo al pensar que su sonrisa era “amable” Cuando en realidad todo el tiempo fingió ser lo que no era, si hubiera sabido lo enfermo que estaba desde un principio se hubiera alejado de él, de ser posible jamás hubiera entrado a trabajar a esa cafetería.
Porque aunque conoció gente buena y amigable, hubiera preferido conocerlos de otra manera y en otro lugar.
— ¿Q-qué planeas? — siguió caminando, mirando hacia otras direcciones, tratando de localizar el paradero de Henry, pero debido a la densa oscuridad le era imposible.
— Te lo diré una vez estemos cara a cara, sin embargo, espero que vengas preparado porque nos iremos de viaje — habló con una emoción incómoda que solo logró que los vellos del omega se erizaran y no precisamente por el frío que hacía que sus huesos dolieran.
— ¿irme c-contigo? Estás loco — no quería ni imaginar las descabelladas ideas que pasaban por la mente del alfa, seguramente no era nada bueno, Henry no estaba bien de la cabeza, era una persona enferma y desquiciada, Pete lo sabía.
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no me deseches [Vegaspete Adap.] [En Edición]
Fanfiction¿Qué pasa cuando el alfa se avergüenza de su omega, rechazándolo día y noche? El omega se siente solo, no logra entender porque es dejado de lado por aquel quien un día le juró estar para él en las buenas y en las malas. ❝No me deseches Vegas theera...