•Amigos•
Era curiosa la manera en que la habitación de Pete se había llenado de gente buena y que lo amaba, era verdad que el Omega no tenía muchos amigos, pero los pocos que tenía eran sinceros.
Tanto que dos de ellos incluso habían viajado para estar con él, apoyándolo en estos momentos difíciles, y aunque Pete no los viera, seguramente estaría feliz de volverlos a ver después de años.
El doctor Top y Tankhun, viejos amigos tanto de Vegas como de Pete, habían llegado hace dos días, después de enterarse sobre el accidente comenzaron hacer los preparativos para su viaje, a pesar de ser un matrimonio joven, tenían un negocio el cual no podían dejar abandonado, por suerte habían dejado una persona de confianza para qué lo liderará en su ausencia.
Ahora no solo estaban los Theerapanyakul en la habitación, los gemelos Pachara también habían llegado y junto con ellos, sin olvidar a Venice quien había insistido en ver a su padre casi al punto de hacer un berrinche.
Vegas no se pudo resistir a esos ojitos suplicantes y llenos de lágrimas y ese puchero producto del regaño de su padre.
Entonces accedió, Pete ya no se veía tan mal, es decir, hace poco más de dos semanas, su rostro estaba pálido y con hematomas bastante visibles, una venda que cubría la herida en su frente, y varios aparatos conectados a él, no quería que Venice lo viera en ese estado, pero ahora gracias a Dios el omega había mejorado, los hematomas eran casi invisibles y sus mejillas habían recuperado ese rubor natural que lo caracterizaba.
— ¿Qué te han dicho los doctores? — preguntó el alfa de tez Trigueña.
— Es complicado — suspiro — ellos piensan que Pete no despierta debido a la ausencia de su lobo, sigue estando ahí, pero está débil y escondido en algún rincón de su interior — aún le dolía hablar de ello.
Top observó como Tankhun y Porsche le hablaban a Pete, aunque la posibilidad de no ser escuchados era alta, sin embargo, eso no era impedimento para que ambos omegas sonrieran mientras le contaban algo gracioso, incluso imaginaban la risa de Pete.
— Entonces tienes un gran reto, reanimar a su lobo no será nada fácil, pero si no lo haces tú, nadie más podrá hacerlo —
— Fui yo quien causó todo esto, ¿deberás crees que puedo traerlo de vuelta? Lo más probable es que cuando Pete despierte me odie — sabía que era un hecho, solo quería hacerse a la idea para que cuando el momento llegará no doliera tanto.
— Estará lastimado claramente, se sentirá traicionado y herido, pero no te odiará, no porque seas la persona que ama, sino porque no creo que siendo como es logre odiar a alguien, Pete es demasiado bueno —
Vegas sabía que lo que el doctor Top decía era verdad, no importa lo que las personas le hicieran, Pete jamás les guardaba rencor, no era ese tipo de persona que envenenaba su corazón albergando odio.
Sin embargo, una cosa era odiar y otra perdonar.
— Lo único que me importa en estos momentos es que despierte, Venice es él que más sufre con todo esto — observo como el niño dejaba besitos en la mejilla de su padre — No tienes idea lo difícil que es cuando empieza a llorar porque extraña a su padre, trato de hacer un nido para tranquilizarlo, pero no es lo mismo a que un omega lo haga para su cachorro, las prendas de Pete apenas conservan su olor, lo único que me queda es quedarme con él hasta que finalmente se duerme —
— No tengo hijos, por lo cual no puedo decirte que te entiendo, pero puedes contar con nosotros para lo que quieras, a Tankhun le encantan los niños y aunque no lo parezca sabe mucho sobre ellos — dijo mientras observaba a su esposo poner un poco de maquillaje en el rostro de Pete.
Al siguiente día Vegas regreso a su trabajo, habían pasado ya varios días desde que no iba y aunque no quisiera tenía que presentarse. Como siempre las miradas que odiaba tanto, no se molestaban siquiera en disimular.
Al llegar a su oficina se encontró con su nuevo secretario, un alfa de más o menos su edad, se encontraba limpiando el escritorio.
— Hola, ¿tú debes ser Perth? —
— Si sonrió amablemente me dijeron que vendría hoy y me apresure a limpiar algunos muebles, no sé cómo estaban ordenadas las cosas anteriormente, por eso no moví nada —
— Descuida déjalo así — dejó sus cosas en el escritorio — puedes traerme una taza de café por favor, de preferencia sin mucha azúcar —
— Si — fue consciente de como el alfa salía de la oficina, inmediatamente vio que tenía mucho trabajo, pues debido a su inasistencia se le había acumulado, hizo una mueca al ver las carpetas sobre su escritorio, hoy seguramente no tendría tiempo para comer.
Comenzó a redactar sobre el computador, tratando de apresurarse, pero sin cometer errores que lo hicieran, borrar todo e iniciar de nuevo.
Por otro lado, Perth se dirigía con taza en mano hacia el área donde estaba la cafetera, como el alfa se lo había pedido, no le puso mucha azúcar.
— ¿Eres el nuevo Secretario de Vegas? — al darse la vuelta se encontró con Kim, quien le sonreía.
— Sí, ¿por qué? — continuo con lo que hacía.
— Se solicita tu presencia en la recepción, deberías ir ahora, debe ser importante — olfateo disimuladamente Dándose cuenta de que se trataba de un alfa, mejor para él, pues no se interpondría en su camino.
— Ok, gracias por avisarme, solo le iré a dejar esto a Vegas —
— No te preocupes, puedo llevárselo yo — fue muy astuto.
— oh, gracias —
Kim tomó la taza de café y camino hacia la oficina del alfa, fue fácil deshacerse de Perth, aunque no sería por mucho, tenía que aprovechar este rato a solas con el alfa.
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no me deseches [Vegaspete Adap.] [En Edición]
Fanfiction¿Qué pasa cuando el alfa se avergüenza de su omega, rechazándolo día y noche? El omega se siente solo, no logra entender porque es dejado de lado por aquel quien un día le juró estar para él en las buenas y en las malas. ❝No me deseches Vegas theera...