Capítulo 13.

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Eileen.

Luego del Reclamo de Eileen sobre Zackary la fiesta se dió por terminada, su abuela la esperaba en un despacho del palacio del rey para conversar, y luego debería enfrentar la furia de su tía.

Pero no podía hacer menos por Myrcella, porque sabía que Ethan la esperaba en el Reino Blanco, y no podía dejar que se case con el príncipe, porque por supuesto, ya conocía su corazón, y sabía muy bien que más allá de respetar la decisión de su madre, también lo hacía para liberarla de un mal trago.

Mientras caminaba por el pasillo hacia la oficina, inmersa en sus pensamientos, una joven de pie frente a ella la aplaudió, dos aplausos más precisamente.

- Así que esta es la famosa bruja...

La joven de pelo rubio y ojos café la observaba de brazos cruzados, podría decirse que era bonita.

"Pero no más que yo". Pensó ella, si había algo que tenía Eileen era una buena autoestima.

- ¿Y tu eres?...- Le pregunto ella con indiferencia, estaba apresurada, tenía un asunto importante que resolver.

- La prima de zacky, soy Lena Hellwitch.- Se acomodo el cabello como un claro desaire.

- Un placer, lo siento debo irme.- Por todas las brujas, ¿Qué le pasaba a esa chica?

-¿A dónde crees que vas?- Le obstruyó el paso y con su dedo índice presionó su pecho.

A Eileen le hirvió la sangre, y sus dedos comenzaron a picarles, el poder rogaba salir y darle una lección a esta chica.

- Vuelve a tocarme y te quiebro un dedo, y no será necesario usar magia.- Una dulce y aterradora sonrisa se desplegó por su rostro.

Lena la observó horrorizada.

- Si que son seres salvajes ustedes las brujas.

- Entonces no te metas en el camino de una.- Sin más paso por su lado y fulminó a la chica castaña con la mirada, pero tras dar unos pasos ésta apareció nuevamente.

- Deberías renunciar a Zackary, él ya está enamorado de alguien más.- Una sonrisa maliciosa se extendió por el rostro de Lena.

- Ah, ¿sí? Que pena para ti o para ella y el mismo príncipe que a mí me importe un bledo.- le dedicó una enorme sonrisa, ninguna humana iba desmerecerla.

- La princesa Christine del Reino Negro, seguramente has oído de ella, y es que esa belleza no se compara, además Zackary está muy enamorado de ella.

- Sigo sin entender porque me lo cuentas.

Eileen comenzó a apurar el paso y la chica la seguía con torpeza.

- El no se casará contigo.- Replicó con enojo.

- El príncipe Zackary Hellwitch es mío,- dijo enfatizando la última palabra.- y todas deberán soportarlo, incluyéndote, eres su prima, no seas rara, ¿Quieres?

La bruja terminó el último trayecto del pasillo con la joven gritando a sus espaldas, y para deshacerse de ella, corrió y se escondió en una habitación, que claramente no era donde estaba su abuela.

En ésta predominaba el negro, le agradó lo monocromático, de hecho el castillo parecía decorado en exceso, demasiadas rosas y oro que eran más para alardear que para decorar.

Aquí en cambio, parecía que nada de lo que sucedía afuera podía tocarla. Inspiró profundamente y se sentó en el borde de la cama, ¿Cómo demonios enfrentaría su vida? En algunas horas esto se había transformado en un completo desastre, tanto así que ahora debía casarse, y nada más y nada menos que con ese odioso príncipe.

Fresias y coronas. (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora