Eileen pov.
Los días pasaron extremadamente lentos desde que volví del reino de Hellwitch, Zackary aún no regresaba y ya habían pasado tres días, tampoco había enviado un recado o mandado a algún lacayo a avisar sobre su regreso, lo cuál me molestaba de sobremanera, pero tampoco podía ser hipócrita cuando yo había huido en medio de la noche hacia el Bosque.
Durante las prácticas con Myrcella lo único que hacía era pensar y considerar mil posibilidades acerca de Zackary, había algo en nuestra discusión que no cuadraba.
- Tierra llamando a Eileen.- Me reprendió Myrcella y se cruzó de brazos en el jardín.
Ya era Agosto y las hojas de los árboles estaban más verdes y menos otoñales, algunas flores mostraban sus pequeños capullos y las tardes duraban un poco más.
- Lo siento, pero mí matrimonio es un desastre.- Admití con total franqueza y pesar, me senté en el césped y puse la cabeza entre mis manos.
- Oh, ¿Pero qué sucede?- Mí tía había abandonado su papel de mentora y ahora sonaba más como mí madre o hermana mayor.- ¿Te está haciendo sufrir ese malcriado? Debería enviarle tarántulas a la cama.- Consideró con seriedad y no pude evitar reírme.
Creo que era mí primer risa honesta en días.
- Adoro la magia y es parte de quien soy, pero aveces es lo que me aleja de él, no se que es real y que no.
Pareció pensarlo un momento como si estuviese eligiendo las palabras indicadas.
- Bueno, su relación tiene pilares poco convencionales pero aún así, la magia no puede hacer todo, tiene un límite. Por otro lado, quien eres no es un impedimento para que alguien te ame ¿Acaso estás loca?- Me dio un leve empujón y se sentó a mí lado acomodando su falda negra y tirando su rojizo cabello hacia atrás.
- No sé si... Si le atraigo.- confesé muerta de vergüenza.- o si es nuestro lazo mágico lo que causa que le atraiga.
- Definitivamente no estás apreciando el cuadro en su totalidad, y hay muchos detalles del príncipe odioso que te estás pasando por alto.
¿A qué se refería? La miré a los ojos aguardando su respuesta y se explayó un poco más.
- El hombre no te pierde de vista cuando estás aquí, ha ido a verte en los entrenamientos con Ethan, me ha pedido que no te exija tanto y tengo entendido que ahora está en plena discusión con su padre por el Bosque, porque el malnacido de Edward quiere seguir extrayendo el oro de aquí, y el se ha negado rotundamente defendiendo su patrimonio matrimonial, y ahí no acaba,- Dijo alzando un dedo - Le ha prohibido la entrada a Sarah aquí y me ha dicho que de ser necesario, se levantaría en armas contra su padre.
Mí bica se abre y se cierra, estoy procesando todo lo que me ha dicho. ¿El me cuida? ¿El vela por mí seguridad?
- Entonces ha visto cuando Ethan me patea el trasero.- Mascullé, genial.
- ¿Has escuchado lo que dije?- Me pregunta enojada.
- Si, solo que... No concuerda con su comportamiento al llegar allí.
- ¿Qué hizo?
- Él no podía hablarme, luego de entrar no volvimos a conectarnos, quiero decir, lo escuché reír con esa condenada mujer.
- ¿Con quién?
- Christine, creo que es su amiga, pero es obvio que a ella le gusta.- Respondo molesta.
- Bueno, si la situación no estaba bien contigo no veo porqué debería tratar mal a su amiga.
- Es que lo pasé fatal, yo si me preocupé por nuestra discusión.
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Fresias y coronas. (Libro 1)
Teen FictionEileen Good es la descendiente de las primeras brujas del mundo, la magia corre por sus venas así como la maldición de llevarla. Zackary Williams es el príncipe de Hellwitch, su destino es perseguir a las brujas y darles caza hasta acabarlas todas. ...