3

13 0 0
                                    

Margaret

Además de odiar las cenas familiares, también odiaba mis cumpleaños. Por dios, cumplía 17 años, yo quería hacer mi primera borrachera, quería vomitar en el baño de Les y que ella me sostuviera el cabello mientras Nicolás reía a carcajadas y Amelia me sermoneaba sobre que está había sido una pésima idea.

—Oye, ¿ves a ese camarero? —le dije en voz baja a Lili en el oído—: Creo que tiene gusanos en el trasero porque no deja de retorcerse.

—No seas asquerosa, Margaret.

Ni siis isquirisi Mirgirit... Bla, bla, bla. Y tú no seas aburrida.

Giré la cabeza hacía donde estaba mi mamá.

—Ya me quiero ir, ¿podemos irnos? ¿Podemos pedir la comida para llevar?

—Magge, es tu cumpleaños. Pediste tu comida favorita.

—¿De verdad? Ni siquiera me había dado cuenta. —Sonreí irónicamente.

—Por favor, comportate, por una vez en tu vida se agradable con tu papá.

Puse los ojos en blanco y miré la mesa a mi alrededor. Papá chateaba con su celular, hoy llevaba traje formal que lo hace lucir más gordo —así me decía él—. Mi hermana Amanda llevaba un vestido sencillo color rosa pastel «si, yo quería ser, esa mujer». Oh, cómo amaba esa canción, es decir, me hacía sentir en una película en la que yo era traicionada y todas esas cosas.

Por otro lado, Lili llevaba una falda de color negro que le llega hasta los tobillos, un top de manga larga igualmente negro. Su maquillaje ligero, pero con su toque rockero que le quedaba increíble. Su vestimenta, me recordaba a alguien en específico. En fin, nadie de esta mesa parecía saber que era mi cumpleaños y, para ser mi fiesta, estaba yendo genial.

Apestaba. 

—Voy al baño —dije, mamá fue la única que asintió con la cabeza.

Me paré para ir al baño y caminé y caminé, cuando estuve adentro me encerré en uno, me senté en la taza y saqué mi celular. Entré a nuestro chat grupal y solté un suspiro.

«Alumnos responsables»

Magge: Ya no aguanto quiero irme 😭

Nico: Ay preciosa, ¿quieres que vaya por ti?

Amelia: Yo tampoco aguantaría si supiera como es tu familia

Les: Oh, oh, Ame eres nuestra amiga o una hater?

Les: Por cierto nico, sonaste re hetero

Nico: Es verdad

Nico: wey, Magge quieres que vaya por ti y nos emborrachemos en mi casa?

Amelia: Fue sin ofender, lo siento, Magge

Magge: No te preocupes, Ame, sabes que no tengo problema

Magge: EN FIIIIINNN, QUIERO IRME

Les: Bueno, no puedo hacer nada

Nico: No seas culera, les

Les: Es decir, yo podría comentar una cosa pero sé que Magge dirá que no

Amelia: Es cierto

Nico: Bueno si

Magge: QUE COSA???

Les: Podrías escaparte, estaría COOOL

Magge: Cooolerisimo

Magge: No puedo hacer eso

Les: ANDA MAGGE, HAZLO, HAZLO

Nico: Magge, yo que tú, me apuro

Nico: Oigan, idiotas, las espero en cinco

Amelia: Iré a ponerme algo más decente porque traigo pijama

Les: Yo le robaré dinero a mis papás

Magge: DE QUE HABLAN???

Nico: Margaret, te esperamos en diez minutos afuera del restaurante. Te amo linda 💋

De acuerdo, de acuerdo, esto estaba fuera de control. Mis papás iban a matarme si me iba. Las manos me empezaron a temblar y sentí la boca seca, ¿por qué siempre me metían en problemas? No iba a hacerlo, estaba mal.

Salí del baño como si nada, me senté en la silla mirando a todo el mundo. Sentía que si hacía algo mal iban a descubrir todo lo que estaba hablando en el chat con los idiotas de mis amigos.

La comida ya había llegado, mis enchiladas suizas se veían realmente deliciosas. Mi familia ya estaba cenando en silencio sin decir una sola palabra, me entró un enorme sentimiento de todo lo que estaba pasando. Habían gastado dinero en mi, en mi vestido, en la reservación del restaurante y en los trajes que estaban usando. No podía dejarlos para irme con mis amigos. No podía.

No, si puedes, pero no quieres.

Vivimos en una fea situación.

Siempre viviremos en una fea situación.

Ellos están aquí por mí.

No, ellos están aquí por obligación.

Me termine las enchiladas suizas en tiempo récord, luego, sentí como mi celular vibraba en la mesa. Leí el mensaje de Nicolás «ya estamos aquí sal cuando quieras». El pie lo movía constantemente bajo la mesa, mi madre miraba el celular mientras sonreía, mi padre hacía lo mismo pero no sonreía. Por otro lado, Amanda leía algo y Lili miraba videos en instagram. Todos metidos en sus mundos.

Entonces, me di cuenta que había mucho ruido, mucha gente hablando sobre viajes, casas, trofeos, música y familias. Nerviosa, me giré hacía Lili, se reía al tiempo que comía de su filete de pescado.

—Lili, mis amigos vinieron por mí, diles a mis papás que gracias por la cena.

Lili ni siquiera me miró.

—Simon.

Me puse de pie con tal de irme.

—Margaret. ¿Me pasas la salsa?

Le pasé la salsa, Lili me miró a los ojos y, finalmente, enfocó sus ojos en su comida y volvió a sus cosas. Paso saliva con fuerza, agarré mi celular y salí deprisa del restaurante. Afuera, la brisa fría de la noche me recibió y el pitido del auto de Nicolás me hizo dar un brinco. Ellos reían y gritaban muchas groserías, no se porque mientras corría hacia ellos una sonrisa se formó en mi rostro.

Bueno, quizás, no odiaba tanto mis cumpleaños.

—Definitivamente eres mi mejor amiga —chilló Les al verme y me dio un beso en la mejilla—: Feliz cumpleaños, amor mío.


—Definitivamente eres mi mejor amiga —chilló Les al verme y me dio un beso en la mejilla—: Feliz cumpleaños, amor mío

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CUANDO TE AMÉ EN OTOÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora