Margaret
Le puse la correa a Sol y salí de la casa, el sol comenzaba a esconderse y dar frutos al bonito atardecer que empezaba a formarse. Seguí caminando para que Sol tuviera opción de dónde hacer del baño.
Mi celular vibró en mis nalgas, quise dejarlo pasar, pero empezó a estallar de mensajes así que tuve que sacarlo y enredarme la correa en el muñeca para que Sol no se me escapara.
Regan: ola amiguísima
Regan: qué haces?
Regan: que dice aquí? Tú letra no se entiende nada
Regan: Magge
Regan: CONTESTA
Regan: voy a entrar en crisis
Regan: ya entré
Regan: MARGARITAAAAA
Regan: MARGARETTTT
Magge: Ahí dice Técnicamente la psicóloga es
Regan: CONTESTA MAÑANA
Magge: Estoy paseando a mi perra pero despareció
Regan: Nmms neta? Perdón
Magge: Ya la encontré
Regan: En dónde estaba???
Magge: Está aquí hablando por chat conmigo
Regan: Qlv, Margaret
Solté una carcajada sin poder evitarlo.
Sin embargo, mi sonrisa despareció en cuanto Sol quiso salir corriendo y me empujó la mano. Alcé la cabeza para saber a quien le ladraba, hundí las cejas al verlo, ¿qué?
—Hey, hola, Sol. Sigo sin agradarle, ¿cierto?
Eduardo me sonrió, pero su sonrisa no me agradó en lo absoluto.
Sol empezó a ladrarle verdaderamente feo, incluso yo me asusté.
—Oye, sol, relájate —le grité. Sol hizo caso y se sentó frente a mis pies—: ¿Qué haces aquí?
Pero aún le seguí gruñendo a Eduardo.
—Solo vine a ver a Ama, ¿está aquí?
—No, ella no está aquí.
—Magge...
—No me llames así, mi nombre es Margaret.
Eduardo suspiró.
—Margaret, no crees que yo haya hecho eso, ¿o si? Solo quiero hablar con ella, dile que estoy afuera.
—Te estoy diciendo que Amanda no está aquí, así que puedes irte y volver en... ¿Te parece en mil años?
Empecé a caminar en reversa y Eduardo dió dos zancadas más.
—¡Mamá! —grité. Mi casa se encontraba a dos de la mía—: ¡Hay alguien aquí!
—Margaret, no es necesario que...
—¡MAMÁ, MAMÁÁÁÁ!
Le di la espalda y empecé a subir por la calle hasta llegar a mi casa. La calle estaba algo empinada y fue por eso que me cansé tan rápido.
Al llegar, Amanda estaba en la puerta.
—Le dije... que... no estábas.
—Está bien, Magge. Gracias.
Entré a la casa, pero ella no lo hizo.
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CUANDO TE AMÉ EN OTOÑO
Teen FictionMargaret es demasiado marginada para Regan. Regan es muy creído para Margaret. Regan y Margaret se odian desde primaria, por ende, en tercer grado, ambos no tienen idea de que les tocará compartir salones en su último año de preparatoria. Ambos t...