Margaret
—A veces me pregunto porque los adultos se creen más inteligentes que nosotros.
Mi hermana no responde a mi comentario, está leyendo.
—También me pregunto porque nunca hablas conmigo.
Lili le sonríe al celular, pero alza su mirada y me observa.
—¿Qué se supone que debo hablar contigo?
—No sé, quizás cosas de hermanas. Si estás saliendo con alguien o eres una solterona con reputación.
—¿Tú estás saliendo con alguien?
—¿Eh? No.
—Pues si, tu vida amorosa... No, espera. No tienes vida amorosa.
—¿Eso es algún problema?
Lili no responde.
—¿Estas segura que no sales con nadie?
—Estoy segura de eso.
Entrecierra sus ojos.
—¿Y con Regan?
Me sorprende escuchar su nombre salir de la boca de mi hermana. Me remuevo un poco, incómoda.
—¿Regan? ¿Él que tiene que ver?
—No lo sé, tonta. ¿Tienes algo con ese vato?
—No, dios no.
—Ajá, claro. ¿Piensas que no tuve diecisiete años?
Técnicamente, fue hace como un año. A Lili a veces... Siempre le fallan los cálculos.
—No tengo nada con él.
—Por favor, claro que si. Cuando trabajé con un chavo en la florería me lo tiré, éramos como amigos con derechos.
Me quedo quieta al escuchar su confesión.
—¡¿Hablas de Maximiliano?!
—Ese mismo, así que no vengas con que no tienes nada con Regan. Es moreno, chinito, alto, guapo... Es tu tipo en pintura. Bueno, excepto que es moreno.
Niego con la cabeza.
—Si, tiene todas las cualidades de alguien que me atrae quitando lo moreno... Pero el no me gusta, no me atrae y jamás me va a...
No me deja terminar porque me da un golpe leve en la frente.
—Vete con tus mentiras a otro lado y solo cogetelo.
—¡Para tu información no busco coger!
—¿Piensas morir virgen? La buena vida solo se trata de sexo.
Paso saliva. Nerviosa, ¿tengo que...?
—No soy virgen.
Lili observa a la nada un momento antes de prestarme atención a mi.
—¿Ya te la metieron?
—Si.
—¡Vaya! Y creí que eras más virgen que el aceite de coco que utiliza mi mamá.
Le saco el dedo de en medio, y me pongo de pie. Prefiero subir a mi habitación, dónde encuentro a Amanda revisando mis cosas.
—¿Disculpa? ¿Qué haces revisando mis cosas?
Amanda alza su mirada.
—Ah, hola. Estoy... buscando un top, los míos están sucios y tu y yo tenemos la misma medida.
—No sé si eso debería ofenderme o alegrarme.
Ella suelta una risa y, cuando encuentra uno. Comienza a desnudarse y yo opto por recostarme en mi cama.
—Pues... comparando las chichotas de Lili, tu y yo somos planas.
Eso me causa risa, porque río como loca.
—Por cierto, en una semana me iré. Así que puedes visitarme cuando quieras, y cuando elijas tu licenciatura puedes mudarte conmigo y empezar a independizarte.
—¿En serio? ¿Y por qué Lili aún no se va?
Me incorporo en mi cama.
—Lili no quiere, le dijo a mamá que luego de terminar su carrera se irá a la Ciudad de México. Mamá no está contenta con eso, pero a Lili...
—No le importa.
—Así es.
—¿Ella la termina este año?
Amanda asiente.
—Vaya... creo que eso es...
—Fuerte. Pero bueno, ojalá le vaya bien. Tenga buen sueldo y no haga las cosas por quedar bien con su familia.
No dice nada más, sale de mi cuarto cerrando la puerta en el proceso.
Mierda, Lili tiene su vida resuelta.
¿Y yo qué?
Soy una inútil que ama las flores.
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CUANDO TE AMÉ EN OTOÑO
Teen FictionMargaret es demasiado marginada para Regan. Regan es muy creído para Margaret. Regan y Margaret se odian desde primaria, por ende, en tercer grado, ambos no tienen idea de que les tocará compartir salones en su último año de preparatoria. Ambos t...