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Regan

Había cosas, más bien. Había tantas emociones que el ser humano podía expresar. Y, me habían criado como que el estar triste era algo que estaba mal, y el estar feliz estaba bien. La felicidad era un signo positivo y el estar triste era un signo negativo.

Sin embargo, con el paso del tiempo, me había enterado que ninguna emoción era negativa. Quiero decir, todas las emociones tenían que ser bienvenidas como algo positivo. Porque, cuando tienes y sientes las emociones es cuando puedes decir «no mames, soy un ser humano». Con las emociones te puedes dar cuenta que está completa y absolutamente vivo.

Y a mi me gustaba sentirme vivo de cualquier manera.

Si, amaba las emociones y lo que me hacían sentir en el pecho y por todo el cuerpo.

CUANDO TE AMÉ EN OTOÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora