The Longest Race • (Charles Leclerc)

Capítulo 63

Juliette's POV

Estaba con Charles, haciendo ejercicio con él y Michael, su entrenador, quien dejó que pudiese ayudarlo, y de paso, yo también podía hacer ejercicio. Pero Charles se la ha estado hablando conmigo, que hizo que Michael ya lo recriminara dos veces.

—¿Te imaginas lo que dirían nuestras familias cuando se enteren que estamos juntos? —preguntó Charles mientras hacía abdominales.

Yo seguía sosteniendo sus piernas, tratando de mantenerme seria a pesar de la risa que amenazaba con escaparse.

—De acuerdo, Leclerc, esa fue la última. Julie, lo siento —dijo Michael con seriedad, interrumpiendo la conversación y cambiando de posición conmigo.

—¿Qué? ¡No dije nada! —se quejó Charles al ver que ahora Michael le sostenía las piernas.

—Silencio, Leclerc. Ahora harás cincuenta más —ordenó Michael con firmeza.

—¿¡Qué?! —exclamó Charles mientras comenzaba a hacer las abdominales— ¿¡Por qué!? —

—Creo que por eso, Charles —comenté entre risas—. No paras de hablar.

—No sé cómo te lo aguantas —me dijo Michael, compartiendo una sonrisa cómplice.

—¿Amor?— solté divertida.

Charles se detuvo en seco al escuchar mi comentario, sus abdominales se relajaron momentáneamente mientras me miraba con sorpresa y diversión.

—¿Amor? —repitió, con una sonrisa juguetona—. Eso suena a que tienes piedad de mí.

—Bueno, tal vez un poco —respondí con una sonrisa traviesa, disfrutando del intercambio de bromas—. Pero en serio, Michael tiene razón. Deberías concentrarte más en el entrenamiento y menos en charlar.

—Yo sabía que por algo me caías bien— Michael me hace el gesto para que choque puños con el, y así lo hice.

—¿Ahora se complotan contra mi?—

—Si— respondimos al unísono.

—Igual, Julie, quisiera que tú hagas sentadillas— me dice Michael

—Si, señor— le hice un gesto militar.

—Está chica me agrada— escuché le dijo a Charles

—Hey— le recriminó el ojiverde— Consíguete la tuya.

Mordí mi labio cuando Charles me guiñó el ojo.

—Cincuenta más, Leclerc— le señaló mientras terminábamos de hacer los ejercicios.

Una vez que terminamos, nos dirigimos hacia los vestuarios, riendo y bromeando mientras compartíamos anécdotas del entrenamiento. 

Mientras me quitaba la ropa deportiva para ducharme en el vestuario para damas, escuché a Charles hablar con Michael sobre los planes para el resto del día. Parecía que tenían algunas actividades planificadas, pero no pude evitar sentir una punzada de preocupación al pensar en la posibilidad de encontrarme con Max en algún momento.

Respiré profundamente y traté de mantener la calma. No podía dejar que mis preocupaciones arruinaran mi día.

Coloque el agua de la ducha para que me sea agradable y comencé a enjabonarme. Sin embargo, en un momento, escuché un ruido metálico. Me quedé estática mientras escuchaba el ruido del agua caer. Luego de unos minutos, las cortinas se corrieron a un lado, haciendo que soltara un grito. Pero antes de que siguiese gritando, una mano que conocía perfectamente, me cubrió la boca.
Era Charles.
Aquellos ojos verdes me miraban con intensidad, hicieron que no posara mi vista en su cuerpos estaba desnudo. Retiró la mano lentamente de mi boca, dejándome hablar.