The Longest Race • (Charles Leclerc)

Capitulo 68

Narra Juliette

Luego de la cena, volvimos a nuestras casas. Debo admitir, que me sorprendió a la salida del restaurante, luego de que Charles y yo nos despidiéramos del Sr. Lacroix, el dueño, la presencia de algunos fotógrafos. El Sr. Lacroix nos aseguró la salida tanto para la familia de Charles, quienes ya eran reconocidos, pero también para Charles y yo. Salimos minutos después que nuestras familias. Al principio pensé que caminaría por delante de Charles, pero no fue así. Él tomó mi mano, y sin soltarla caminamos juntos hacia su coche, el cual estaba estacionado en la puerta.
Apenas dimos un pie afuera, los flashes comenzaron a hostigarnos. Charles saludaba con la mano, pero no me soltaba.
Fue una experiencia nueva salir del restaurante y encontrarnos rodeados de fotógrafos que no solo pedían a Charles que posara, sino también le pedían a mi, pero hice caso omiso. A pesar del caos, Charles tomó mi mano con firmeza, demostrándome su apoyo y protección. Ignoramos el ruido y la atención no deseada mientras caminábamos hacia su coche.

Los fotógrafos se agolpaban a nuestro alrededor, gritando preguntas y pidiendo que posáramos. "¡Charles, aquí!", "¡Sonríe para la cámara!", "¿Quién es ella?", clamaban. Aunque Charles no respondía, simplemente sonreía, saludaba con la mano y me ayudaba a entrar en el coche, mostrando con naturalidad que estábamos juntos y que eso era lo único que importaba en ese momento.

Durante el camino hacia la casa de Charles, el bullicio de los fotógrafos quedó atrás, pero la conversación entre nosotros continuaba.

—Bueno—solté divertida— Sobrevivimos.

Charles soltó una risotada pero luego, su rostro se puso serio.

—Lo sé. Y lo has hecho bien— se ríe— ¿Tu estás bien? Quiero decir, ¿después de toda esa atención de los fotógrafos? —preguntó Charles, preocupado.

—Sí, supongo que es algo a lo que tendré que acostumbrarme, ¿verdad? —respondí, tratando de restarle importancia.

Charles asintió con solemnidad. —Sí, lamentablemente, formará parte de nuestras vidas.

—Lo sé, cielo— tomé de su mano

—Sabes, te pregunto porque estoy seguro que en la siguiente entrevista que tenga, me preguntarán por ti— me mira rápidamente antes de volver su vista a la carretera— Yo quiero decirles a todos que tú eres mi novia. Y, bueno, sabes cómo es esto... los fans, los periodistas, ellos no tardarán en buscar información sobre ti.

Me tomé un momento para reflexionar sobre sus palabras. Sabía que entrar en una relación con Charles significaba también asumir una vida pública, pero aún así, la idea de estar bajo el escrutinio de tantas personas me resultaba abrumadora.

—Es algo con lo que tendré que lidiar, ¿verdad? —dije finalmente, con determinación— Si eso significa estar contigo, entonces estoy dispuesta a enfrentarlo todo.

—Lo haremos juntos— Charles sacó su mano de la palanca para tomar mi mano. La llevó hacia su boca y plantó un beso sobre mis nudillos.

Una vez llegamos a casa, el ambiente tranquilo del interior nos envolvió, ofreciendo un refugio seguro después de la agitación en el restaurante. Charles encendió algunas luces suaves mientras yo me dirigía a la habitación para cambiar de ropa. El susurro familiar de nuestros pasos resonaba en el pasillo, creando una atmósfera íntima y reconfortante.

Mientras me desvestía, no pude evitar reflexionar sobre la noche que acabábamos de vivir. La cena, aunque agradable, había sido un recordatorio constante de los desafíos y presiones que acompañaban la vida pública de Charles. Me sentí abrumada por la responsabilidad de ser su apoyo en medio de tantas expectativas y escrutinio público.
Una vez que nos preparamos para acostarnos, el silencio reconfortante de la habitación nos envolvió, creando un espacio para la reflexión y la intimidad. Me deslicé bajo las suaves sábanas, sintiendo el peso de la fatiga y la tensión del día. A mi lado, Charles se acomodó en la cama, su presencia cálida y tranquilizadora ofreciendo un consuelo inmediato.