Juliette's POV—Entonces, ¿debo ponerme esto?— pregunté a Max mientras apreciaba los grandes auriculares que tenía en mi mano.
Me encontraba en el Paddock de Red Bull junto con algunos de los del equipo de él. Estaba ansiosa, pues nunca había estado de este lado del circuito antes. Max, con su usual sonrisa tranquilizadora, se acercó y tomó los auriculares de mi mano.
—Sí, esos son perfectos. Te ayudarán a bloquear el ruido de los motores —dijo, ajustando los auriculares sobre mis oídos.
—¿Y esto?— pregunté señalando el micrófono que podías subir o bajar, supongo que para hablar por allí.
—Ese es el micrófono. Puedes subirlo si necesitas hablar con alguien mientras estamos en la pista —respondió Max, explicándome cómo funcionaba el dispositivo—. Es importante tenerlo encendido para comunicarnos durante la carrera.
—De acuerdo, entonces lo dejaré levantado, así no te distraigo con mi parloteo— solté una risa bastante nerviosa.
Asentí con una sonrisa ante su explicación.
—Bueno, pero no te preocupes por eso. Estaré concentrado en la pista, y tú puedes hablar cuando quieras. Además, me gusta escucharte hablar —respondió Max con una mirada cálida.
Me ruboricé ante su comentario y agradecí su amabilidad.
—Tu dices eso ahora— le señalé en su pecho riéndome— Pero quienes no dirán lo mismo, son todo el equipo.
Max soltó una risa y me guiñó un ojo.
—Bueno, eso es algo que tendremos que descubrir, ¿no? Además, siempre es bueno tener un poco de distracción en el paddock —respondió con complicidad.
Asentí con una sonrisa, agradecida por su actitud relajada. Estaba emocionada por la oportunidad de presenciar la práctica desde dentro del equipo y compartir este momento especial con él.
—De acuerdo, Max, ya está todo listo— uno de los del equipo se había acercado para avisarle que podía empezar la práctica.
—Okay. Ahí voy—dice volteándose solo un segundo, pero su mirada vuelve a mi.
Sonriéndole levanté mi puño para chocar con el. Max me observó con una mezcla de diversión y de extrañeza.
—Oh, vamos, Max. No me digas que de niño nunca hiciste un saludo secreto— dije con mi puño levantado hacia el.
Max arqueó una ceja, como si estuviera tratando de recordar.
—Bueno, tal vez una vez o dos, pero... ¿no es un poco... infantil? —respondió, su tono lleno de diversión.
—¡Nunca es demasiado tarde para un buen saludo secreto! —insistí, moviendo mi puño en el aire con entusiasmo.
Max rió y finalmente levantó su propio puño, chocando con el mío.
—Bueno, quizás tendremos que hacer otro, un poco más cool. ¡Pero será para la buena suerte!— dije riéndome.
—De acuerdo— suelta riéndose mientras se colocaba el casco— ¡Pero que sea nuestro!
—¡Buena suerte! —le deseé con entusiasmo.
Max asintió con una sonrisa agradecida antes de dirigirse hacia el auto de carrera. Observé cómo se alejaba con determinación, sintiéndome emocionada por verlo en acción en la pista. Pude sacarle una foto antes de que comenzara la práctica. Fue divertido, ya que Max, ya en su monoplaza, al ver que sacaba una foto, posó levantando su pulgar 👍🏻. Le guiñé el ojo apenas saqué la foto, disfrutando de ese momento cómplice entre nosotros. Luego, me acomodé para ver la práctica, emocionada por presenciar la destreza y la velocidad de Max en la pista.
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The Longest Race • (Charles Leclerc)
Fiksi PenggemarEn un pequeño rincón del tiempo, entre las sinuosas calles de Montecarlo, Mónaco, dos almas se entrelazaron desde la infancia, tejiendo una amistad que desafiaba las barreras temporales, incluso aquellas que separan la amistad del amor. Ella, con un...