The Longest Race • (Charles Leclerc)

Capitulo 70

Juliette's POV.

Hoy era el día de la carrera de clasificación, así que estaba nerviosa, tanto que provocó que Charles se despertara a mi lado. Sentí su brazo rodearme con suavidad mientras abría los ojos, y una sonrisa se formó en mis labios al encontrarme con su mirada.

—¿Estás bien, amor? —preguntó con voz ronca, aún adormilado.

Asentí, tratando de calmar los latidos acelerados de mi corazón.

—Solo un poco nerviosa por la carrera de hoy —confesé, buscando su mano y entrelazando mis dedos con los suyos.

Él acarició mi mejilla con ternura y me dio un beso suave en los labios.

—Estoy preparado, amor— me asegura— Además, hoy es solo la clasificación.

—Lo sé. Pero igual— lo mire divertida— Necesito esto.

Levante mi dedo meñique, y Charles me entendió. Se echó a reír, con una cara de dormido, pero levantó su dedo meñique para asegurarme que está bien.

—Estoy bien, Jules. En verdad, tu tranquila— me acaricia la mejilla.

—Lo estaré— dije para también tranquilizarlo a él— Ahora, vamos.

Me levanté de la cama y noté que Charles me observaba extrañado.

—¿A dónde?— se sienta sobre la cama para mírame a mí

—A desayunar. Necesitarás energía para hoy— me coloqué las pantuflas.

—Tienes más energía que yo— deja caer su peso sobre la almohada

Sonreí ante su comentario, sabiendo que era cierto en cierto sentido.

—Bueno, eso es porque no soy el que va a conducir un auto a toda velocidad hoy —bromeé, caminando hacia él y dándole un beso rápido en los labios— Pero no hay problema, yo te proporcionaré toda la energía que necesites.

Charles rió suavemente, aceptando mi gesto con gratitud. Ambos nos comenzamos a cambiar para ir a desayunar juntos. Una vez vestidos, Charles tomó mi mano y bajamos al lobby para desayunar.

—Vendrás conmigo esta vez, ¿no?— me pregunta mientras llamábamos al ascensor.

—Estoy yendo contigo a desayunar, Charles— contesté incrédula.

Charles soltó una risotada —Me refiero a que si vendrás conmigo cuando tengamos que ir a la pista, con Carlos—

—Ah, ¡claro! Me encantaría— le di un beso en la mejilla.

Mientras seguíamos esperando, me llegó un mensaje en mi celular. Lo tomé y me sorprendí que era de Antoine. El mismo decía: "Hola Caramelito. Espero que estés despierta, de lo contrario, perdón por despertarte 😅. Escucha, sé que ayer no fue la mejor presentación que tuve con tu novio, por eso, quería invitarlos a ver el partido de tenis entre Alexander Zverev y Ugo Humbert. Tengo varias entradas, y pensé que podíamos ir los tres. Si quieren pueden decirle a algunos amigos. Avísenme que les parece y dile que le mando éxitos a Charles para hoy".
Charles, cuando me vio teclear respondiendo, no evitó preguntarme.

—¿Quien es?—

Las puertas del ascensor se abrieron justo cuando Charles preguntó quién me había enviado un mensaje. No quería causar problemas, pero también sabía que ocultar algo no era la mejor opción.