Narrador omnisciente.Habían pasado dos días desde la última vez que se vieron y cada vez faltaba menos para la gran carrera.
El ruido del motor resonaba en el aire de Montecarlo mientras el sol comenzaba a iluminar tímidamente el cielo. Charles se sumía en su rutina matutina, cada ajuste en el monoplaza era parte de la coreografía precisa que precedía a sus entrenamientos. La adrenalina palpitaba en su pecho, la pista se convertía en su danza y la velocidad, en su música. La concentración de Charles era palpable, enfocado en perfeccionar cada movimiento, anticipando la competición que se avecinaba.
En cambio, Juliette emergía de una jornada intensa en el restaurante, donde cada plato era una obra de arte que ella supervisaba con maestría.
Sin embargo, siempre había algo que hacía pensar en el otro.
Por un lado, mientras se encontraba en el paddock, dos niños, un niño y una niña, se acercaron a Charles con entusiasmo. Sus ojos brillaban con admiración mientras sostenían fotos y plumas esperando un autógrafo. Sin embargo, en ese momento, Charles no pudo evitar que su mente se desviara hacia otra imagen: la de dos niños que alguna vez jugaron juntos. La conexión de esos pequeños admiradores recordaba a Charles las raíces simples de su amistad con Juliette.
Por otro lado, estando en el restaurante, una familia entera disfrutaba del platillo innovador creado por Juliette. La emoción en sus rostros y la curiosidad en sus ojos eran evidentes. Sin embargo, cuando la familia solicitó por la chef quien había creado ese platillo, Jules se acercó, observando que era una familia que eran tres hijos, y el más joven sostenía un pequeño auto de juguete, la mente de Juliette se sumergió en un recuerdo. Recordó los días en que Charles y ella compartían risas y aventuras de infancia, especialmente cuando Charles solía jugar con autos de carreras.
De una forma u otra, ambos compartían la sensación de su pasado mientras interactuaban con sus admiradores y clientes.
Pero la sensación no era de felicidad, sino más bien, nostálgica. Y eso se reflejaba a quienes los rodeaban.
Ssus amigos cercanos podían notar la melancolía en sus ojos, una sombra de nostalgia que los envolvía, causando tristeza compartida entre aquellos que los conocían bien.Pero todo estaba por cambiar cuando un plan ideado por las amigas de Juliette se iba a poner en acción esa misma tarde.
Juliette's POV
-Jules- la voz de Monique me detiene antes de qué me fuera del restaurante, ya he terminado mi turno- Con Léa iremos a comer algo por el centro, ¿segura que no quieres venir?
Con la cabeza mientras esbozaba una débil sonrisa.
-No, chicas gracias.
-Vamos Julie- Léa me abraza de costado insistiendo- No queremos verte así.
-Estoy bien, chicas- intenté esbozar una sonrisa- De hecho, tenía ganas de visitar a mis padres- conteste- Necesito pasar aunque sea un tiempo con ellos pero ¿nos estamos hablando?
-¡Claro!- Las chicas me gozaron una sonrisa complaciente, casi de compasión- ¡Te queremos!
-Y yo a ustedes-
Yo sabía que ellas estaban tratando de hacerme sentir bien, incluso me dieron mucho espacio lo cual yo lo necesitaba.
Sin previo aviso, decidí visitar la casa de mis padres en Mónaco. Aunque no había planeado la visita, la necesidad de encontrar consuelo en mi familia se apoderó de mi estos días. Me tomé un bus ya que últimamente no tenía ni ganas de andar en bicicleta, así que vez que llegué a la parada que quedaba cerca de la casa, comencé a caminar. Al llegar al frente de la puerta, toqué tres veces las puerta hasta que mi padre me abrió.
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The Longest Race • (Charles Leclerc)
FanfictionEn un pequeño rincón del tiempo, entre las sinuosas calles de Montecarlo, Mónaco, dos almas se entrelazaron desde la infancia, tejiendo una amistad que desafiaba las barreras temporales, incluso aquellas que separan la amistad del amor. Ella, con un...