Capitulo 49

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Narrador omnisciente





Quedaban pocos días antes del comienzo de la gran aventura que tendría Julie, junto con Kika, y todo gracias a Max. El había arreglado con su equipo para poder llevarlas en su avión privado y, de esa manera, podrían las dos vivir parte de la experiencia de estar junto con un corredor de fórmula 1. No había dudas de que Juliette, ante cada detalle, pensaba a Charles pero no podía permitirse boicotear su gran aventura otra vez

Especialmente ahora, que se encontraba en su oficina discutiendo un asunto muy importante con el Sr. Clint. Tenían que dejarlo aclarado ese mismo día, pues después no habría otro momento.

Tres golpes sonaron en la puerta, y luego de un "adelante" por parte de Juliette, la figura de Sabrina apareció tras la puerta.

—¿Puedo pasar?— pregunta observado a los dos.

—Claro, Señorita Marin, cierre la puerta y siéntese— las palabras pronunciadas por el Sr. Clint sin dudas fueron como una alarma para Sabrina, quien mientras se dirigía a sentarse frente a ellos, le echó una mirada de pocos amigos a Juliette.

Una vez que lo hizo, esperó a que uno de los dos hablara.

—Señorita Marin, ¿cuáles diría usted son las tres palabras que definen a este trabajo?— Gustave pregunta serio, observándola a Sabrina con sus manos unidas sobre su regazo— Los cuales son los pilares primordiales para los que trabajamos y servimos en este hotel.

Sabrina miró tan solo de reojo a Juliette, quien en silencio, aguardaba por la respuesta de ella.

—Bueno— contestó intentando disimular los nervios— Personalmente considero que son: lealtad, eficiencia y...compromiso. Creo que estos tres valores son fundamentales para mantener la excelencia en nuestro trabajo y garantizar la satisfacción de nuestros clientes.

Juliette observó al Sr. Clint con una sonrisa en el rostro.

—La Señorita Lamoureux, como quizás usted sabrá se tomará un tiempo de licencia por lo que...-

—Con todo respeto, Señor— Sabrina lo interrumpe— ¿qué tiene que ver eso conmigo?—

—Tiene mucho que ver— Juliette le contesta firme.

—Sr. Marin, si me hubiera dejado terminar, se hubiese enterado que, por tal motivo, alguien debería quedar a cargo provisionalmente— el Señor Clint camina lentamente hasta queda del otro lado del sillón de Juliette— Y Juliette, me recomendó... no, no, me insistió, en que usted sería perfecta para cumplir estas tareas, al menos por el tiempo en el que ella se encuentra de licencia—

Sabrina frunció el ceño, visiblemente sorprendida por la propuesta.

—¿Yo? ¿Encargarme de las responsabilidades de Juliette mientras ella está de licencia? —preguntó, buscando confirmación en la mirada de Juliette.

Juliette asintió con seguridad.

—Sí, Sabrina. Creo en tu capacidad para asumir este rol temporalmente mientras la Señorita Gomes y yo no estemos presentes—

—¿Cree que podrá hacerlo?— el Sr. Clint pregunta seriamente.

Sabrina, con determinación, se enderezó en su asiento y miró al Sr. Clint directamente a los ojos.

—Sí, Sr. Clint. Estoy dispuesta a asumir este desafío y hacer todo lo posible para cumplir con las responsabilidades que se me asignen durante la ausencia de Juliette y la Señorita Gomes— aseguró observando solo a Gustave— Aprecio la confianza que usted ha depositado en mí y haré todo lo que esté a mi alcance para demostrar que puedo estar a la altura de esta tarea.

The Longest Race • (Charles Leclerc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora